Los trabajadores de protección animal en Vlissingen tuvieron una tarea inusual el martes: rescatar a una foca gris que había entrado en una habitación de hotel y se había quedado dormida cómodamente.
Un visitante inesperado
La historia comenzó cuando una huésped del hotel salió a pasear a su perro. Al regresar, descubrió que una foca se había colado en su habitación y parecía haber encontrado el lugar perfecto para descansar.
«Afortunadamente, no intentó tocarla», explicó Valentijn Damen, del Pier 7 Zandpaviljoen. Sorprendida, la mujer acudió al restaurante en busca de ayuda.
![](https://tierrasholandesas.nl/wp-content/uploads/2025/02/Foca-en-habitacion-de-hotel-Foto-de-Stichting-Dierenwelzijn-Zeeland-en-Facebook-1-473x630.jpg)
El insólito rescate
La Fundación para la Protección de los Animales de Zeeland, acostumbrada a recibir reportes extraños, no podía creer lo que escuchaba. Cuando el personal del restaurante del hotel de Vlissingen llamó para informar que había una foca en una habitación, su reacción fue: “¿Una quéeee?”
El equipo de la fundación acudió al lugar y contactó a RTZ, el grupo de rescate de animales marinos de Países Bajos. Según sus especialistas, las focas grises tienen la costumbre de dormir en lugares inesperados, desde terrazas hasta calles.
«A la foca gris le gusta morder y no debe ser tocada, aunque parezca adorable», advirtió RTZ.
De vuelta a su hábitat
Al ser despertada, la foca se mostró gruñona, pero los rescatistas lograron colocarla en una cesta especial y la liberaron en un lugar seguro y tranquilo.
Un huésped inolvidable
El personal del Pier 7 y los huéspedes del hotel se lo tomaron con humor. Un empleado bromeó diciendo que ahora sus habitaciones pet-friendly también son aptas para focas.