El número de escuelas privadas en los Países Bajos se ha triplicado en ocho años, según un informe de la Inspección de Educación. Actualmente, hay 134 colegios privados de educación primaria y secundaria, frente a los 44 que existían en 2015.
Por qué más padres eligen la educación privada
Cada vez más padres adinerados optan por la educación privada porque consideran que sus hijos reciben una enseñanza más personalizada que en las escuelas públicas.
Los colegios privados en Países Bajos no están subvencionados y las matrículas pueden alcanzar entre 25.000 y 35.000 euros al año. Además, existen 53 escuelas internacionales, que también requieren el pago de tasas.
Entre las principales razones que motivan este cambio, destacan:
- Escuelas públicas que no se adaptan a las nuevas necesidades sociales.
- Padres que buscan un modelo educativo alineado con su visión de la vida.
- Niños con necesidades especiales (altas capacidades, autismo, hipersensibilidad) que prosperan en clases más reducidas con atención individualizada.
Preocupación por la equidad en el sistema educativo
El auge de las escuelas privadas genera inquietud entre los expertos, que advierten sobre el impacto en la igualdad de oportunidades.
«El sistema educativo neerlandés siempre ha estado orientado a la igualdad, con la riqueza jugando un papel menor», explicó la socióloga de la educación, Dieuwke Zwier.
Según Zwier, el aumento de colegios privados podría:
- Profundizar la brecha educativa: limitando el acceso a una educación de calidad para familias con menos recursos.
- Reducir la diversidad social: ya que los niños en escuelas privadas tienen menos contacto con alumnos de otros orígenes.
«Es comprensible que los padres elijan esta opción si tienen los medios y no están satisfechos con la educación pública. Pero hay que preguntarse si esto beneficia a la sociedad», añadió.
¿Qué deben aprender las escuelas públicas?
El inspector escolar Lucas Verbunt cree que el sistema público debe mejorar para evitar que las familias vean la educación privada como la única solución.
«Las escuelas privadas no deberían ser un último recurso para los niños que no encajan en el sistema público», afirmó. «Debe haber un lugar para cada niño en la educación regular».