El ministro de Justicia saliente de los Países Bajos, Franc Weerwind, ha expresado su preocupación por la continua y potencialmente creciente escasez de clínicas para el tratamiento psiquiátrico ordenado por los tribunales (TBS) para delincuentes convictos. En una carta reciente dirigida al diario Tweede Kamer, Weerwind subraya que la presión sobre el sector de la salud mental es más intensa que nunca.
Contexto del Tratamiento TBS:
El sistema TBS en los Países Bajos permite que un juez imponga una orden de detención y tratamiento en una instalación cerrada para delincuentes que requieran tratamiento por trastornos psicológicos o médicos tras cometer un delito. Este enfoque busca rehabilitar a los delincuentes, garantizando al mismo tiempo la seguridad pública.
Situación Actual de las Clínicas TBS:
A pesar de un aumento en el número de plazas disponibles en los hospitales psiquiátricos, que alcanzó las 1.637 en el otoño pasado, todavía hay una notable brecha entre la disponibilidad y la necesidad. En diciembre, aproximadamente 150 pacientes de TBS seguían esperando en prisión para recibir tratamiento, un indicador claro de la insuficiencia de recursos.
Consecuencias de la Escasez:
La falta de capacidad en las clínicas de TBS ha obligado a muchos pacientes a permanecer en prisiones regulares por períodos más prolongados de lo adecuado. Esta situación ha llevado al gobierno a compensar a estos pacientes con decenas de miles de euros en concepto de «dinero de agravio», según informes del periódico AD.
Aumento en la Demanda de Tratamiento TBS:
Según estudios recientes, hay una tendencia creciente entre los jueces a imponer TBS u otros cuidados forenses. Sin embargo, este aumento en la demanda choca con las dificultades de las instituciones sanitarias para encontrar personal cualificado.
Declaraciones del Ministro Weerwind:
El ministro Weerwind ha advertido que, en el peor de los casos, podría aumentar el número de personas detenidas en espera de iniciar su tratamiento TBS, así como el tiempo medio de espera. Este escenario pone de relieve los retos que enfrenta el sistema de justicia penal en equilibrar la necesidad de tratamiento adecuado con las limitaciones de infraestructura y recursos humanos.