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Tulipanes - Foto de Sergey Shmidt en Unsplash

Científicos de Natuurkalender, la Universidad de Wageningen y el LUMC han publicado un estudio en Nature Today que destaca un cambio significativo en el ciclo de floración de las plantas de primavera. Según Arnold van Vliet, Wichertje Bron y Letty de Weger, especies como la hierba de lanza, el cornejo amarillo, las campanillas y el azafrán están mostrando su esplendor floral un mes antes en comparación con hace medio siglo, un fenómeno atribuido a las crecientes temperaturas globales.

Ejemplos y Estadísticas del Cambio:
Los investigadores señalan al cornejo amarillo como un ejemplo claro de este cambio estacional, notando que, mientras que hace 50 años sus primeras flores se abrían alrededor del 13 de marzo, actualmente lo hacen ya el 18 de febrero. Este adelanto en la floración se vincula directamente con las temperaturas más cálidas de diciembre y enero, meses cuya media de temperatura ha ascendido notablemente, especialmente reflejado en el récord de 2016 con una media de 7,6 grados.

Consecuencias del Adelanto Floral:
Este adelanto no solo modifica el paisaje estacional sino que también tiene implicaciones ecológicas y de salud, como el aumento en la liberación de polen por avellanos y alisos, exacerbando condiciones como la fiebre del heno. La correlación entre el calentamiento invernal y la floración temprana subraya la influencia directa del cambio climático en los ciclos naturales.

Implicaciones a Largo Plazo:
El estudio refleja una tendencia preocupante con posibles efectos a largo plazo en la biodiversidad y la interacción entre especies. El desajuste temporal entre la floración y la actividad de los polinizadores, por ejemplo, podría afectar negativamente tanto a las plantas como a los insectos dependientes de ellas para su alimentación. Además, este cambio podría alterar los ecosistemas locales y tener efectos cascada en la cadena alimenticia.