De Nederlandsche Bank (DNB) enfrentó una pérdida significativa de casi 3.500 millones de euros el año pasado, una situación que refleja el desafío que enfrentan los bancos centrales europeos debido al aumento de los tipos de interés. Esta circunstancia ha llevado al DNB a utilizar sus reservas y capital para cubrir parte de las pérdidas, aunque mantiene una perspectiva de recuperación a largo plazo.
Factores de la Pérdida:
- Aumento de los Costos por Intereses:
El incremento de los tipos de interés ha elevado los costos para el DNB, particularmente en términos de los intereses que debe pagar a los bancos que depositan dinero en él. Al mismo tiempo, los ingresos por intereses de los bonos adquiridos en años anteriores no han mostrado un aumento significativo. - Uso de Reservas:
Más de 2.300 millones de euros de las pérdidas fueron cubiertos por una provisión previamente establecida para riesgos financieros. Los 1.100 millones de euros restantes afectaron al capital y las reservas del banco, reduciendo sus reservas de 11.000 millones de euros en 2021 a más de 7.000 millones de euros.
Perspectiva del DNB:
A pesar de la reducción en sus reservas, el DNB no ve razones para la alarma, anticipando que las reservas actuales serán suficientes para futuras pérdidas.
Expectativas de Recuperación:
El DNB prevé volver a la rentabilidad a partir de 2029, siguiendo una política de cautela y reconstrucción de sus reservas antes de considerar la distribución de dividendos al Estado holandés.
Contexto Económico:
Los aumentos en las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo buscaban contrarrestar la inflación, aunque estos ajustes contribuyeron a las pérdidas del DNB.
Impacto de la COVID-19:
La situación se complicó por las medidas de «flexibilización cuantitativa» adoptadas durante la pandemia de COVID-19, donde los bancos centrales, incluido el DNB, compraron bonos soberanos a gran escala.
Beneficios Indirectos:
A pesar de las pérdidas, el DNB destacó que la flexibilización cuantitativa ha resultado en ahorros significativos para el Estado holandés en términos de costos de financiación de la deuda pública, estimados en 28 mil millones de euros. Esto, según el banco, compensa las pérdidas anticipadas para 2023 y años siguientes.