En un revelador informe publicado por Telegraaf, se ha destacado el papel crítico de los Países Bajos como un punto de tránsito clave en el tráfico ilícito de medicinas tradicionales chinas. Estas medicinas, elaboradas con partes de animales en peligro de extinción, han puesto al país en el centro de una controversia internacional y de conservación.
Investigación Encubierta:
Una investigación conjunta llevada a cabo por SPOTS, UICN NL, Bears in Mind, y ELI desde 2021 ha descubierto una red criminal basada en Róterdam especializada en la importación de partes de animales y plantas de China. Los productos incluyen ingredientes prohibidos y altamente controvertidos como cuernos de rinoceronte, huesos de tigre y escamas de pangolín, destinados a la producción de medicina tradicional china.
La Red Criminal y su Alcance:
La investigación reveló que la banda criminal colabora estrechamente con un mayorista en Bozhou, China, que se especializa en recolectar y distribuir estos productos prohibidos a una base de clientes de alrededor de 800 personas y tiendas por toda Europa. Los Países Bajos sirven como el principal país de tránsito para estos productos, que luego se distribuyen a Italia, Polonia, la República Checa y Suecia, entre otros.
Acciones de las Autoridades:
Después de recibir los hallazgos de la investigación, la Autoridad Holandesa de Seguridad de Productos de Consumo y Alimentos (NVWA) inició su propia investigación, que resultó en el arresto de un comerciante en el sur de Holanda este mes. Este esfuerzo subraya la creciente preocupación y la respuesta de las autoridades ante el tráfico ilegal de especies protegidas.
Métodos de Transporte y Dificultades en la Intercepción:
Los productos ilegales se transportan principalmente a través de la Nueva Ruta de la Seda, así como por aire y mar, a menudo ocultos entre cargamentos legales. Este método de contrabando complica enormemente la labor de las autoridades para identificar y confiscar estos productos ilegales.
Impacto y Consecuencias:
El comercio ilegal de medicinas tradicionales no solo plantea riesgos significativos para la salud pública, sino que también contribuye a la extinción de especies amenazadas. Las fundaciones implicadas en la investigación han destacado este comercio como una forma de crimen organizado extremadamente lucrativa y en crecimiento, impulsada en gran medida por la demanda de medicina tradicional china.