La empresa de ciberseguridad Eye Security, con sede en La Haya, ha asegurado una inversión de 36 millones de euros de JP Morgan Growth Equity Partners y otros inversores, según anunció la compañía. Fundada hace cuatro años por cinco ex empleados de los servicios de inteligencia holandeses, Eye Security tiene como objetivo expandirse en Europa con estos fondos.
Enfoque en la ciberseguridad para empresas más pequeñas:
Eye Security ofrece servicios de ciberseguridad a empresas a través de suscripciones, que incluyen software antivirus y actualizaciones automáticas. Su enfoque se centra en las empresas más pequeñas, que a menudo no pueden costear los gastos iniciales para adaptar su ciberseguridad a los estándares internacionales. La empresa ha expresado su compromiso de ofrecer soluciones de seguridad superiores y de abordar la escasez de expertos en seguridad en Europa.
Protección integral contra el cibercrimen:
Además de proteger contra el cibercrimen, Eye Security proporciona un equipo de respuesta ante emergencias para ayudar a los clientes afectados por hackeos o ataques de ransomware, junto con un seguro contra ciberincidentes. El CEO y cofundador, Job Kuijpers, asegura que su enfoque integral garantiza la protección total contra los riesgos cibernéticos.
Expansión y compromiso con la innovación:
Con esta nueva inversión, Eye Security tiene previsto expandir sus servicios desde los Países Bajos, Bélgica y Alemania al resto de Europa, mientras continúa innovando y mejorando sus soluciones de ciberseguridad. La compañía se compromete a superar las cambiantes necesidades de seguridad empresarial en toda Europa mediante una expansión estratégica y un enfoque continuo en la innovación.
Crecimiento y adaptación a normativas europeas:
El CEO, Job Kuijpers, ha declarado su expectativa de duplicar el volumen de negocios este año y el próximo, así como de duplicar la plantilla de empleados, que actualmente supera los 100. Este crecimiento se atribuye en parte a las nuevas normativas europeas de ciberseguridad que entrarán en vigor en octubre, lo que requerirá un mayor esfuerzo por parte de las empresas para protegerse contra las vulnerabilidades digitales y gestionar crisis.