Aproximadamente el 85% de los cruces ferroviarios más peligrosos en Holanda han sido cerrados o mejor asegurados en los últimos años, según informó la emisora NOS con base en cifras de ProRail.
El administrador ferroviario holandés lanzó un proyecto en 2018 para abordar los 180 puntos más críticos a lo largo de la vía, y aún quedan 28 por solucionar.
Características de los Cruces No Vigilados:
Los cruces no vigilados carecen de medidas de seguridad activa como barreras, luces de advertencia o campanas.
Los trenes que pasan por estos cruces pueden alcanzar velocidades de hasta 150 kilómetros por hora.
Estos cruces se encuentran principalmente en zonas rurales y, a menudo, son caminos peatonales, aunque en ocasiones una carretera también cruza las vías.
Incidentes que Impulsaron el Proyecto:
Un trágico accidente en septiembre de 2018 impulsó el proyecto. Una bicicleta de carga electrónica Stint se detuvo en un cruce ferroviario en Oss y un tren la atropelló, causando la muerte de cuatro niños y dejando a otro herido.
El trabajador de la guardería que conducía el vehículo también resultó herido.
Un mes antes, un automovilista murió en un accidente en Scheemda cuando un tren de Arriva chocó contra su automóvil.
En noviembre de 2018, ProRail publicó un video que mostraba casi accidentes en Holanda de cruces ferroviarios no vigilados, estimando alrededor de 3.600 incidentes ese año.
El gobierno holandés asignó fondos para cerrar los cruces un día después.
Avances y Planes Futuros:
ProRail tenía previsto cerrar dos ubicaciones en Diepenveen, reduciendo el total de 30 a 28 cruces no vigilados.
Este año podrían abordar hasta 13 más, y esperan cerrar otros cinco a finales del próximo año.
Declaraciones de ProRail:
«La mayor parte de este trabajo ya está terminado», afirmó Mirjam de Witte, portavoz de ProRail, a NOS.
«Para finales de 2025, nuestro objetivo es cerrar 170 de los 180 cruces no vigilados».
El progreso ha reducido a la mitad el número promedio de colisiones en cruces no vigilados.
«Y esto también se aplica al número de muertes», agregó De Witte.
«En 2014, se produjeron una media de 2,8 muertes al año en un paso no vigilado, pero ahora esa cifra se ha reducido a la mitad».
Desafíos y Costos:
El proceso de asegurar o cerrar cruces puede ser costoso.
Las barreras y señales visuales y sonoras cuestan aproximadamente un millón de euros.
Construir un túnel bajo las vías tampoco es barato. Además, el trabajo a menudo se retrasa por cuestiones como la protección de animales, negociaciones prolongadas con propietarios de tierras y los períodos de planificación necesarios para detener los trenes y completar el trabajo de manera segura.
En los Países Bajos, hay aproximadamente 2.000 cruces ferroviarios en carreteras, senderos para peatones y carriles bici.