Los partidos de oposición de centro y de izquierda han expresado su descontento con el nuevo acuerdo de coalición presentado por el PVV, VVD, NSC y BBB.
El líder de GroenLinks-PvdA, Frans Timmermans, lo calificó de «desastroso» y «construido sobre arenas movedizas», mientras que Rob Jetten del D66 lo describió como un conjunto de «fantasías».
Críticas de GroenLinks-PvdA:
Frans Timmermans, líder del mayor partido de oposición, señaló que el nuevo gobierno será «realmente un gabinete del PVV» con Geert Wilders en el centro del poder.
Expresó su preocupación por las promesas incumplidas de mejorar el bienestar de la gente, aumentando el salario mínimo y evitando recortes en las prestaciones por desempleo.
Timmermans criticó que se recorten salarios de funcionarios mientras hay fondos suficientes para aumentarlos.
También cuestionó si los votantes del VVD y NSC realmente querían darle al PVV un papel tan prominente.
Comentarios de D66:
Rob Jetten, líder del D66, acusó al acuerdo de estar basado en «arenas movedizas financieras» y de carecer de una visión clara de sus consecuencias.
Criticó los recortes en clima y educación, señalando que priorizar el estiércol sobre la naturaleza no ayudará a resolver los problemas de vivienda.
Hans Vijlbrief, parlamentario del D66, pidió a la Oficina Holandesa de Análisis de Política Económica (CPB) que evalúe las líneas principales del acuerdo, calificándolo de confuso y sin una visión clara de los resultados.
Posición de ChristenUnie y CDA:
Pieter Grinwis, parlamentario de ChristenUnie, también solicitó al CPB que revise el acuerdo.
Henri Bontenbal, líder del CDA, opinó que el acuerdo es deficiente en abordar problemas futuros.
Como la creciente presión sobre el sistema sanitario y la falta de una visión a largo plazo para las pensiones.
Indicó que el CDA evaluará los planes de la coalición caso por caso antes de decidir su apoyo.
Perspectiva del SP:
Jimmy Dijk, líder del SP, criticó al nuevo gobierno como uno que favorece a la «derecha rica».
Cuestionó las propuestas para combatir la pobreza y señaló que la reducción de la franquicia sanitaria en 2027 es insuficiente y demasiado tardía.
Dijk también lamentó la falta de impuestos sobre los grandes activos, destacando la necesidad de gravar a los accionistas ricos.