Varias partes han mostrado interés en hacerse cargo de la cadena de ropa Scotch & Soda tras la publicación de su quiebra.
Así lo informó Michel Moeijes, dos días después de la quiebra. Moeijes añadió que hay unos pocos interesados, pero no muchos.
Políticas para clientes tras la quiebra:
Los clientes no pueden recuperar el dinero de la ropa y otros productos en las tiendas y la tienda web.
Sin embargo, es posible realizar cambios en la tienda.
Las personas también pueden seguir usando tarjetas de regalo compradas, pero la empresa ya no vende tarjetas nuevas.
Estado del interés de los inversores:
Moeijes añadió que es difícil decir qué tan serio es el interés en este momento.
«Sólo puedo dar esa indicación cuando se estén discutiendo los honorarios, pero todavía no hemos llegado a ese punto».
No mencionó exactamente cuántas partes están interesadas. Se planearon más conversaciones sobre la venta.
Plazos para un posible reinicio:
Tanto Moeijes como el co-curator Abslem Ourhris creen que un posible reinicio debería completarse lpronto.
«De lo contrario, el reinicio será cada vez más difícil porque la gente se encuentra en la inseguridad.
Cuanto más tarde, más gente dimitirá y se irá a trabajar a otro lugar», explicó Moeijes. Lo mismo se aplicaría a los proveedores de Scotch & Soda.
Alcance de la quiebra:
Moeijes también informó que se declararon en quiebra tiendas y tiendas web en los Países Bajos, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Austria.
La quiebra está relacionada con las actividades incluidas en la empresa S&S Europe BV.
Las tiendas de otros países, los mayoristas de Scotch & Soda y la marca no forman parte de la quiebra.
Propiedad de la marca y problemas logísticos:
La marca es propiedad de la empresa matriz estadounidense Bluestar Alliance, que adquirió Scotch & Soda hace más de un año, cuando la cadena de ropa originalmente holandesa quebró.
Los problemas logísticos que surgieron después del primer reinicio fueron la razón principal por la que Scotch & Soda no pudo mantenerse a flote.
Moeijes señaló que después del reinicio pasó bastante tiempo hasta que todos los proveedores comenzaron a realizar entregas nuevamente.
«Siempre iban atrasadas con respecto a las temporadas, y si no tienes una nueva colección en las tiendas, tampoco la vendes».
Esto llevó a la empresa a sufrir continuas pérdidas.
Anteriormente, había declarado que las deudas desde el reinicio ascienden a decenas de millones de euros desde el año pasado.