Los ordenadores portátiles se han vuelto esenciales para la educación en las escuelas holandesas, pero muchos padres no pueden costear su compra.
Según la Fundación Leergeld, que ofrece ayuda financiera a familias con ingresos limitados, cada vez más padres buscan apoyo para adquirir este tipo de material escolar.
Aumento en la demanda de ayuda financiera:
Gaby van den Biggelaar, directora de Leergeld, cuestiona por qué los libros escolares son gratuitos mientras que los ordenadores portátiles no lo son.
«Los recursos de aprendizaje digitales se han convertido en indispensables para seguir la educación.
Por eso deberían estar disponibles para los estudiantes de forma gratuita, al igual que los libros escolares», afirmó Van den Biggelaar.
La fundación ha visto un aumento significativo en las solicitudes de ayuda en los últimos tres años.
En 2021, asistieron a 128.946 niños con material escolar y deportivo, cifra que aumentó a 181.717 en 2023, representando un incremento del 40%.
El año pasado, Leergeld proporcionó más de 20.000 ordenadores portátiles a estudiantes necesitados.
Desigualdad en el acceso a la tecnología:
Aunque la ley establece que las escuelas que requieren ordenadores portátiles deben proporcionarlos, en la práctica muchos padres asumen estos costes. Esto ha generado desigualdades significativas, ya que no todas las escuelas implementan o financian la educación digital de la misma manera.
Por ejemplo, un estudiante de Zeist debe comprar su propio MacBook, mientras que otro en Oosterhout recibe un ordenador portátil de la escuela.
Algunas escuelas han decidido eliminar los ordenadores portátiles debido a los altos costes, reconociendo que muchas familias no pueden asumir estos gastos.
Las escuelas Cobbenhagen de Tilburg comentaron que han optado por no utilizar ordenadores portátiles por esta razón.
Llamado a la acción gubernamental:
Leergeld, junto con otras organizaciones como PO-Raad, VO-Raad y Ouders & Onderwijs, ha instado al gobierno a financiar los materiales didácticos digitales, tal como se hace con los libros escolares.
Van den Biggelaar subrayó la injusticia de que los padres tengan que recurrir a fundaciones privadas para cubrir un recurso esencial como los ordenadores portátiles.
En 2021, el entonces ministro de Educación, Arie Slob, reconoció que la Ley de Libros Escolares Gratuitos estaba desactualizada en relación con la educación digital.
Aunque el ministro Robbert Dijkgraaf planteó la necesidad de una «solución sostenible» el año pasado, el colapso del gabinete impidió que se tomaran medidas concretas.
Ahora, Leergeld y sus aliados esperan que el nuevo gabinete aborde este desafío.
Costes y perspectivas futuras:
El Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia estimó que proporcionar ordenadores portátiles gratuitos a los estudiantes de secundaria costaría unos 201 millones de euros.
Sin embargo, el acuerdo de coalición actual no ha reservado fondos para este propósito.
El Ministerio ha prometido investigar la eficacia de las regulaciones existentes y presentar un informe al Parlamento en otoño.