El exalcalde de Róterdam, Ahmed Aboutaleb, ha decidido prohibir el partido de fútbol entre el Feyenoord y el Ajax, que estaba programado para el domingo en el estadio De Kuip.
Las autoridades tomaron esta decisión en respuesta a la huelga policial, que las ha dejado sin el personal necesario para garantizar la seguridad durante el evento.
Razones de la cancelación:
La falta de policías significa que la seguridad dentro y alrededor del estadio no puede garantizarse, lo que llevó al exalcalde a tomar esta medida.
Aboutaleb tomó la decisión en consulta con los líderes locales de la policía y la fiscalía.
Coincidieron en que no podían asegurar suficientemente la seguridad de los jugadores y del público sin la presencia de las fuerzas del orden.
«La seguridad de los jugadores, pero también del público, no puede garantizarse suficientemente sin el despliegue de la policía», explicó el exalcalde en su comunicado.
Añadieron que comunicaron la decisión a todas las partes involucradas.
Reacciones de la KNVB y posibles reprogramaciones:
La asociación de fútbol holandesa KNVB expresó su descontento por la situación.
Señalaron que probablemente tendrán que reprogramar el partido, conocido como Klassieker, para una noche durante la semana.
La KNVB destacó que este cambio no es ideal para los aficionados, la policía o el municipio, ya que los partidos suelen planificarse cuidadosamente.
Además, la KNVB manifestó su preocupación de que la huelga policial pudiera afectar otros partidos de gran interés público.
Comprometiendo el calendario regular del fútbol y posiblemente influyendo en los resultados deportivos.
Contexto y antecedentes:
El partido entre Feyenoord y Ajax es uno de los encuentros más importantes del fútbol neerlandés, requiriendo normalmente la presencia de varios cientos de agentes de policía para garantizar la seguridad.
En el último enfrentamiento entre ambos equipos a principios de la temporada pasada, el partido fue interrumpido a los 55 minutos debido al lanzamiento de petardos al campo.
Lo que resultó en enfrentamientos violentos entre los aficionados y la policía.
Varios agentes resultaron heridos, y se realizaron detenciones en las inmediaciones del estadio.