El banco ING ha anunciado que dejará la financiación de proyectos que desarrollen nuevos yacimientos de petróleo y gas, con efecto inmediato.
Esta decisión forma parte de su estrategia para guiar a las industrias más intensivas en carbono hacia objetivos climáticos globales.
El banco explicó que su nueva política se aplicará a las empresas dedicadas exclusivamente a la extracción de petróleo y gas, conocidas como empresas «upstream», que continúan desarrollando nuevos yacimientos.
Financiación detenida para la industria de combustibles fósiles:
En su actualización sobre el enfoque climático, ING subrayó que no concederá nuevos préstamos a empresas de combustibles fósiles que se centren únicamente en la extracción de petróleo y gas.
Sin embargo, esta política no afectará a grandes compañías como Shell y BP, que tienen actividades más allá de la extracción de petróleo y gas.
El banco también anunció que dejará de financiar nuevas terminales de exportación de gas natural licuado (GNL) a partir de 2025.
Estas instalaciones permiten licuar gas natural y exportarlo en buques, y la decisión refuerza el compromiso del banco de reducir su apoyo a la industria de combustibles fósiles.
ING tiene como objetivo dejar de financiar por completo a las empresas dedicadas a la extracción de petróleo y gas para 2040.
Monitorización de clientes y transición sostenible:
ING también informó que está monitoreando a unos 2.000 clientes de banca mayorista para evaluar su progreso en medidas de sostenibilidad.
En 2026, el banco decidirá si sigue haciendo negocios con estas empresas según su avance en la transición hacia una economía baja en carbono.
El director ejecutivo de ING, Steven van Rijswijk, destacó la urgencia del cambio climático y el papel del banco en acelerar la transición hacia una economía baja en carbono.
«Todos tenemos un papel que desempeñar, y podemos marcar la diferencia si trabajamos juntos hacia los mismos objetivos», afirmó Van Rijswijk.
Protestas y enfoque climático:
Recientemente, ING ha sido objeto de protestas por parte de Extinction Rebellion, que exige que el banco deje de financiar proyectos de combustibles fósiles.
No obstante, un portavoz de ING aseguró que las decisiones del banco no están relacionadas con la presión de los activistas. Ya que el banco ha estado trabajando en la sostenibilidad de su cartera de préstamos desde 2018.