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El gobierno estudia un tope de precios para impulsar la calefacción urbanaEjemplo de distrito de calefacción urbana - Ilustracion de solarthermalworld

La ministra holandesa de Cambio Climático y Sostenibilidad, Sophie Hermans, ha propuesto la posibilidad de fijar un tope de precios para los consumidores que utilizan redes de calefacción urbana.

La medida busca hacer más atractiva esta alternativa para los hogares que desean dejar de usar gas natural.

Hermans, que también es viceprimera ministra del VVD, presentó esta iniciativa en una carta dirigida al Parlamento el lunes.

Redes de calefacción urbana como alternativa al gas natural:
Las redes de calefacción urbana son un componente clave de la transición energética de los Países Bajos. Actualmente, hay 600.000 hogares conectados a estos sistemas, que permiten calentar los hogares sin necesidad de utilizar gas natural.

Sin embargo, el crecimiento de estas redes se ha visto limitado debido a la incertidumbre sobre las tarifas que deben pagar los usuarios.

Un tope de tarifas para incentivar a los pequeños consumidores:
En respuesta a estas preocupaciones, el gobierno estudia la posibilidad de implementar un tope de tarifas para limitar el costo del suministro de calefacción para los pequeños consumidores.

Según Hermans, la medida podría aplicarse si se detecta que las tarifas alcanzan niveles inaceptablemente altos.

Este tope permitiría fijar un máximo para las tarifas de suministro. Facilitando que más hogares opten por la calefacción urbana sin el temor a costos elevados.

El Gabinete ya había incluido esta posibilidad en su plan de acción para los próximos cuatro años.

Hermans subrayó que aún se necesita estudiar en detalle cómo podría financiarse la implementación de un sistema de este tipo y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Objetivos climáticos para 2030: más conexiones y menos emisiones:
El Acuerdo Climático de 2019 establece que el número de hogares conectados a las redes de calefacción debe incrementarse en 500.000 para el año 2030.

Este aumento es fundamental para reducir la dependencia del gas natural.
Al mismo tiempo, avanzar hacia el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad de los niveles de 1990.

La propuesta de fijar un tope de precios podría ser un paso importante para alcanzar estas metas, haciendo que la transición energética sea más accesible para todos los ciudadanos.

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