Los calabozos y prisiones holandesas han llegado al límite de su capacidad.
Desde esta semana, la falta de espacio obliga a liberar a los presos tres días antes de cumplir sus condenas.
Ingrid Coenradie, Secretaria de Estado de Justicia, calificó la situación como un «código negro» en el sistema penitenciario.
Medida inevitable para evitar el colapso:
Coenradie explicó que liberar a los presos antes de tiempo es una decisión difícil pero necesaria para hacer espacio para nuevos detenidos.
Incluso prevé que esta medida pueda ampliarse en el futuro cercano.
«Hemos explorado todas las alternativas para evitar este escenario», afirmó, destacando que su prioridad sigue siendo detener a sospechosos y aplicar las sentencias dictadas.
Excepciones a las liberaciones anticipadas:
Aunque casi todos los detenidos pueden beneficiarse de esta medida, existen excepciones.
No liberarán antes a los condenados a penas de hasta siete días ni a quienes tienen tratamientos psiquiátricos obligatorios.
La idea es mantener el impacto de las liberaciones anticipadas al mínimo posible.
Factores detrás del colapso:
El Ministerio de Justicia señaló múltiples causas para esta crisis:
- Falta de personal: Desde hace tiempo, la escasez de trabajadores afecta el sector penitenciario.
- Sentencias más largas: Los tribunales están dictando penas mayores y más tratamientos obligatorios.
- Cambios en la política penal: En la última década, el gobierno ha endurecido las penas para delitos graves, incluyendo vínculos con el crimen organizado o terrorismo.
Estas políticas contrastan con los años previos a 2013, cuando se cerraron prisiones holandesas bajo el argumento de la disminución de delitos.