Un estudio reciente del Instituto Holandés de Investigación Social (SCP) revela que un tercio de la población holandesa cree que son justificables medidas duras contra el gobierno si este ignora repetidamente las demandas ciudadanas. Sorprendentemente, alrededor de una quinta parte de los encuestados considera que el mal funcionamiento del gobierno justificaría incluso el derrocamiento del sistema actual. Sin embargo, cabe destacar que la mayoría de los encuestados no considera la violencia como un medio necesario o justificable para lograr estos fines.
Percepciones sobre la Acción Violenta:
A pesar del apoyo creciente a un enfoque más firme contra el gobierno, la mayoría rechaza claramente las manifestaciones violentas. Solo un pequeño porcentaje (alrededor del 6%) cree que la violencia podría ser un recurso necesario. Estos hallazgos sugieren una tendencia hacia el descontento y la frustración, pero con un fuerte respaldo hacia métodos pacíficos y democráticos de protesta.
Causas del Descontento:
El estudio del SCP indica que este creciente apoyo a medidas más drásticas emerge principalmente de la insatisfacción con el funcionamiento de la política, la acumulación de problemas sociales en los Países Bajos y la percepción de que el mundo político no está atendiendo adecuadamente a las necesidades y preocupaciones de la ciudadanía.
Disposición a la Acción Personal:
Aunque hay un claro apoyo a protestas más firmes, parece que pocas personas están dispuestas a tomar medidas por sí mismas. Un alto porcentaje de los encuestados (72%) considera poco probable involucrarse personalmente en acciones directas, mientras que solo un 12% cree que es probable que lo hagan.
Apoyo a las Protestas Pacíficas:
Consistente con el rechazo general a la violencia, una gran mayoría de la población holandesa (dos tercios) apoya las protestas y manifestaciones pacíficas, una cifra que ha permanecido estable en los últimos años. Además, actualmente, un 6% de los holandeses participa activamente en protestas.
Rol del SCP:
El SCP, conocido también como la oficina de Planificación Social y Cultural, es una agencia gubernamental encargada de realizar investigaciones sobre el impacto social del gobierno y las políticas públicas en los Países Bajos.