En un esfuerzo por proporcionar un espacio seguro para las madres en situaciones desesperadas, los hospitales académicos de Ámsterdam y Róterdam han inaugurado salas de refugio donde los bebés pueden ser entregados de manera segura y anónima. Estas instalaciones se han establecido en colaboración con la Fundación Beschermde Wieg y buscan ofrecer una alternativa humanitaria a las madres que no pueden cuidar a sus hijos.
Antecedentes y Controversia Legal:
La creación de estas salas de refugio surge en un contexto legal complejo, ya que la ley holandesa prohíbe el abandono de niños. Sin embargo, el gobierno decidió tolerar estos refugios hace cinco años para prevenir consecuencias peores para los bebés abandonados. Esta decisión se tomó tras varios incidentes alarmantes, incluyendo el hallazgo de bebés abandonados en situaciones peligrosas.
Funcionamiento de las Salas de Refugio:
En estas salas, las madres pueden dejar a sus bebés en una cuna de forma anónima. Las puertas de las salas se cierran automáticamente y notifican a la estación de enfermería que están en uso. Además, las madres tienen la opción de comunicarse con el personal del hospital a través de un intercomunicador si así lo desean.
Impacto y Objetivo de la Iniciativa:
Según la doctora Christianne de Groot de la UMC de Ámsterdam, el objetivo es ofrecer un parto seguro tanto para la madre como para el niño, manteniendo el contacto entre ellos cuando sea posible. Por otro lado, Barbara Müller, de Beschermde Wieg, destaca la importancia de estos espacios en hospitales importantes y revela que los refugios seguros se utilizan aproximadamente dos veces al año, logrando en muchos casos restablecer el contacto entre la madre y el niño.