A partir de julio, los empleados del sector público experimentarán un notable incremento salarial del 8,5%, complementado con un ajuste adicional de 50 euros mensuales. En un esfuerzo por mitigar los efectos de la inflación, también se otorgarán bonificaciones únicas que ascienden a aproximadamente 2.300 euros brutos.
Beneficios Extendidos y Oportunidades de Reducción de Deudas:
Los beneficios adicionales no se limitan a incrementos salariales. Los cerca de 150.000 empleados públicos también tendrán la posibilidad de amortizar hasta 2.000 euros de deuda estudiantil anualmente, gracias al presupuesto electoral individual (IKB). Además, se formalizará el alquiler de bicicletas y se duplicará la duración del permiso remunerado por cuidados, pasando de dos a cuatro semanas.
Iniciativas para Mejorar el Bienestar y la Seguridad en el Trabajo:
Con el objetivo de fortalecer la seguridad y el bienestar laboral, se han establecido acuerdos específicos.
Destaca la creación de un comité de integridad independiente, equipado con un procedimiento de emergencia para abordar situaciones críticas vinculadas directamente al entorno laboral, como el acoso, presiones extremas o maltratos graves.