El primer ministro holandés, Mark Rutte, aprovechó su discurso de despedida para expresar su pesar por dos grandes escándalos que involucraron al gobierno nacional:
El manejo de la extracción de gas natural y los daños causados por los terremotos resultantes en Groningen, y el escándalo de las prestaciones de guardería.
«Muchas cosas salieron mal durante mi mandato y asumo la responsabilidad personal», declaró Rutte desde su oficina en Torentje, en La Haya.
Eventos decisivos de su mandato:
Rutte calificó el desastre del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, derribado sobre el este de Ucrania en 2014, como «quizás el acontecimiento más drástico y emotivo de toda mi gestión como primer ministro».
También subrayó la importancia de la cooperación internacional, especialmente en la Unión Europea y la OTAN, organizaciones con las que se siente aún más comprometido.
Transición y sucesor:
Rutte expresó sentirse «irreal» y «melancólico» por dejar su puesto tras casi catorce años.
Deseó a su sucesor, Dick Schoof, «mucho éxito» al asumir el cargo el martes.
El discurso de despedida se transmitió el domingo por la tarde, donde Rutte habló con consternación sobre el escándalo de las prestaciones de cuidado infantil, que afectó gravemente a miles de familias.
Impacto personal de los escándalos:
El primer ministro recordó con emoción sus conversaciones con las víctimas del escándalo de las prestaciones y los residentes de Groninga afectados por los terremotos.
«Les aseguro que mucha injusticia y tristeza realmente se meten debajo de la piel», dijo Rutte, expresando frustración por la lenta resolución de estos problemas.
Gestión de crisis y logros:
Rutte también reflexionó sobre la «severa crisis económica» al inicio de su mandato, señalando que fue un «pequeño milagro» salir rápidamente del profundo valle mediante reformas y recortes drásticos.
Destacó momentos importantes, como sus disculpas en 2020 por las acciones del gobierno holandés durante el Holocausto y en 2022 por los vínculos históricos del país con la esclavitud, momentos que le permitieron conectar directamente con la sociedad.
Pandemia de coronavirus:
La pandemia de coronavirus dejó una gran impresión en Rutte.
Quien admitió errores en la gestión de la crisis, pero también destacó el «desempeño sin precedentes» de los trabajadores de la salud.
Afirmó que tanto él como su gabinete cometieron errores inevitables en su abordaje de la pandemia.
Orgullo y agradecimiento:
Rutte reiteró su conocida afirmación de que los Países Bajos son un «gran» país, algo que dijo desde el fondo de su corazón.
Concluyó su discurso expresando su honor por haber sido primer ministro y agradeció repetidamente a la nación.