La Inspección de Educación de los Países Bajos ha registrado un aumento significativo en los informes de incidentes graves en las escuelas secundarias durante los primeros cuatro meses de 2024.
Estos incidentes incluyen agresiones, drogas y trabajo sexual.
Incremento en los Informes:
En los primeros cuatro meses de 2024, la Inspección de Educación recibió 128 denuncias relacionadas con la seguridad física y 242 relacionadas con la seguridad social.
Esto representa un aumento en comparación con las 96 y 184 denuncias, respectivamente, del mismo período en 2023.
Durante los años de la pandemia, el número de incidentes fue menor debido al aprendizaje a distancia.
Naturaleza de los Incidentes:
Rutger Pol, director de educación secundaria de la Inspección de Educación, señaló que los incidentes han aumentado en frecuencia y gravedad.
«Vemos más incidentes en el ámbito de la violencia y la seguridad. También suelen ser de naturaleza más violenta. Se trata de lesiones o, por ejemplo, de posesión de armas», explicó Pol.
Cultura Callejera en las Escuelas:
Profesores y expertos en educación destacan que la «cultura callejera» ha permeado las escuelas.
La venta de drogas es un problema en casi todas las instituciones.
Leon Meijs, experto en educación, indicó que algunas escuelas deben cerrar sus puertas durante el día para evitar la entrada de traficantes.
Además, se han reportado casos de prostitución en los baños escolares y peleas entre pandillas rivales.
Impacto en los Profesores:
Una encuesta realizada por CNV Onderwijs reveló que los profesores también están experimentando más delitos en las escuelas.
Los docentes mencionaron peleas frente a las escuelas, tráfico de drogas y el uso de vaporizadores entre los estudiantes.
Los profesores están encontrando difícil manejar la situación, ya que muchos estudiantes llevan múltiples teléfonos para evitar confiscaciones.
Preparación Insuficiente:
Jennifer van den Broek, criminóloga, realizó una investigación que mostró que las escuelas secundarias a menudo no están preparadas para enfrentar problemas como el tráfico de drogas y la violencia.
De los casi 1.000 profesores encuestados, aproximadamente la mitad informó sobre la presencia de drogas o armas en su escuela en los últimos cinco años, y una quinta parte indicó que los delincuentes estaban reclutando niños en la escuela.
Van den Broek destacó que solo un tercio de los profesores sabía exactamente a qué signos de comportamiento delictivo debía prestar atención.
El 91% dijo necesitar información adicional, aunque solo el 6% ha recibido capacitación.