Koen Schuiling, alcalde de Groningen, ha anunciado que dimite, un año antes de que termine su mandato.
Citando agotamiento tras haber enfrentado situaciones extremadamente difíciles, como la crisis de los refugios de asilo en Ter Apel y los problemas derivados de la extracción de gas.
En su carta dirigida al rey, Schuiling, de 65 años, afirmó que ya no tiene la energía necesaria para continuar desempeñando sus funciones con dedicación.
Impacto de la crisis de Ter Apel y la extracción de gas:
Schuiling, quien pertenece al partido VVD, señaló que la situación en Ter Apel, donde el centro de registro de solicitantes de asilo ha estado gravemente abarrotado durante casi dos años, ha sido uno de los factores que más le afectó.
La falta de apoyo de algunos sectores para brindar ayuda a los solicitantes de asilo lo ha desalentado especialmente.
Además, Schuiling mencionó su preocupación por la intención del nuevo gobierno, que incluye a su propio partido, de eliminar la ley de distribución de asilo.
Una medida que había facilitado la acogida de refugiados en los municipios.
Otro factor por el que el alcalde dimite, fue la falta de acción en relación con los daños causados por la extracción de gas en Groningen.
Durante años, los terremotos provocados por esta actividad devastaron las viviendas y la infraestructura de la región.
Schuiling se mostró frustrado por la “reticencia inicial” a hacer lo necesario para ayudar a los residentes afectados.
La pandemia y otras presiones:
Además de estas crisis, Schuiling recordó que la pandemia de coronavirus también aumentó considerablemente la carga de su trabajo.
Como alcalde y presidente de la Veiligheidsregio Groningen, tuvo que asumir numerosas responsabilidades durante la pandemia.
Lo que dejó poco tiempo para cumplir con sus deberes regulares como alcalde.
Último día de Schuiling como alcalde:
Schuiling finalizará su mandato el 23 de octubre.
En su carta, explicó que la decisión de dimitir fue extremadamente difícil, pero que ya no tenía la energía necesaria para ser “el alcalde que los habitantes de Groningen necesitan y que Groningen merece”.