Una investigación ha revelado que la obligación de registros impuesta por municipios holandeses para alquilar viviendas a través de Airbnb es sorprendentemente fácil de eludir.
A pesar de que esta normativa fue creada para controlar mejor los alquileres turísticos, muchos propietarios fraudulentos han encontrado formas sencillas de evitar el registro. Utilizando números de registro falsos en sus anuncios.
Una normativa que busca regular el mercado de alquileres:
En 2021, se implementó una ley que permite a los municipios exigir a los propietarios que alquilan sus viviendas en Airbnb que se registren oficialmente.
El objetivo es claro: garantizar que las autoridades locales conozcan la identidad de los propietarios y puedan controlar mejor el mercado de alquileres turísticos, además de identificar a quienes no cumplen con las normativas locales.
En la actualidad, 26 municipios holandeses, incluidos Ámsterdam, Róterdam y Utrecht, aplican esta obligación de registros en Airbnb.
Cómo se elude el sistema:
El problema es que la normativa resulta muy fácil de sortear.
Los propietarios pueden introducir cualquier número de registro en Airbnb, ya que la plataforma no está obligada a verificar la validez de estos números.
Esta responsabilidad recae únicamente en los municipios, que deben revisar los anuncios y solicitar la eliminación de aquellos que no cumplan con los requisitos.
El análisis realizado con datos de Inside Airbnb, mostró que de 49.894 apartamentos listados en la plataforma en julio, al menos 142 anuncios contenían números de registro falsos.
Estos números erróneos son bastante obvios, comenzando con secuencias como «0000», «1234» o incluso «ABCD», en lugar del código municipal correspondiente, como el «0363» para Ámsterdam.
Se sospecha que el número real de fraudes es aún mayor, ya que algunos propietarios podrían estar copiando números legítimos de otros anuncios, modificando solo algunos dígitos.
El municipio de Ámsterdam defiende la medida:
A pesar de estos fallos, el municipio de Ámsterdam sigue viendo la obligación de registro como un éxito. Según el concejal Dirk de Jager, la normativa ha permitido a la ciudad tener «una mejor idea del tamaño y naturaleza de los alquileres turísticos» y facilita la identificación de infractores.
Además, Ámsterdam sigue informando a Airbnb sobre los anuncios incorrectos que detecta y multando a los propietarios fraudulentos.
En 2023, se impusieron 18 multas por diversas infracciones relacionadas con los alquileres vacacionales.
Colaboración de Airbnb y los municipios:
Por su parte, Airbnb ha declarado que apoya las «buenas regulaciones» y que colabora estrechamente con los municipios para garantizar que las reglas se cumplan.
Sin embargo, la plataforma no asume la responsabilidad de verificar los números de registro, lo que genera un vacío que los estafadores aprovechan fácilmente.