El piloto holandés Max Verstappen reafirmó su dominio en la Fórmula 1 al ganar el Gran Premio (GP) de Qatar. En una carrera marcada por accidentes, sanciones y múltiples intervenciones del coche de seguridad, Verstappen consiguió su novena victoria de la temporada.
Este triunfo llega apenas una semana después de coronarse campeón mundial por cuarta vez en Las Vegas.
Un inicio estratégico desde el segundo lugar:
Aunque Verstappen logró el mejor tiempo en la clasificación del sábado, fue penalizado con la pérdida de la pole position tras conducir lentamente en la última sesión. Y poner en peligro a George Russell (Mercedes).
Sin embargo, desde la segunda posición en la parrilla, el de Red Bull tuvo una salida impecable, superando a Russell en la primera curva y liderando la carrera desde el principio.
Duelo con Lando Norris:
Lando Norris (McLaren) se mantuvo cerca de Verstappen durante gran parte de la carrera, mostrando un ritmo impresionante.
Sin embargo, el británico no logró materializar un ataque efectivo.
Hacia el final de la carrera, Norris recibió una penalización de 10 segundos por exceder la velocidad en una zona con bandera amarilla, lo que acabó con sus posibilidades de victoria.
Movimiento estratégico y caos en pista:
Verstappen realizó su parada en boxes en la vuelta 35, aprovechando un coche de seguridad desplegado tras un incidente en el que Valtteri Bottas rompió el espejo lateral de Alexander Albon.
Otros pilotos, como Lewis Hamilton y Carlos Sainz, sufrieron pinchazos al pasar sobre escombros en la pista.
En la reanudación, Norris intentó atacar al final de la larga recta, pero Verstappen defendió su posición con firmeza en el GP de Qatar.
Minutos después, un accidente de Nico Hülkenberg (Haas) provocó otra intervención del coche de seguridad, aunque Verstappen volvió a salir ileso del reinicio.
Sanciones cambian el podio:
La penalización de Norris permitió que Charles Leclerc (Ferrari) ascendiera al segundo lugar, mientras que Oscar Piastri (McLaren) completó el podio en tercer lugar.