La esperanza de vida en los Países Bajos aumentará significativamente, alcanzando los 86,5 años en 2050, según el informe «Public Health Future Exploration» del RIVM.
Este crecimiento, frente a los 81 años registrados en 2022, refleja un envejecimiento poblacional que plantea importantes retos para el sistema de salud.
Envejecimiento y salud: un doble reto:
El informe señala que, aunque más personas están envejeciendo de manera saludable, el número de mayores con problemas de salud, como demencia y enfermedades crónicas, está creciendo rápidamente.
Esto está ejerciendo una presión sin precedentes sobre el sistema sanitario. Ya afectado por la escasez de personal.
Los cuidadores informales también enfrentan un gran desafío. Para 2050, más de 650.000 personas mayores de 75 años requerirán cuidados informales.
Pero los recursos humanos en este sector están lejos de satisfacer esa demanda.
Jóvenes en riesgo:
Por otro lado, el estilo de vida poco saludable de los jóvenes es otro punto crítico. El aumento de la obesidad y los problemas de salud mental en edades cada vez más tempranas preocupa al RIVM.
Proponen medidas como limitar la publicidad de alimentos poco saludables y reducir la presión social para mejorar el bienestar juvenil.
Cambio climático y salud:
El cambio climático también impactará la salud pública:
- Más estrés térmico debido al calor extremo.
- Propagación de enfermedades infecciosas.
- Aumento del cáncer de piel.
- Más muertes relacionadas con el calor.
El RIVM sugiere promover entornos urbanos más saludables, como aumentar las áreas verdes en las ciudades, para mitigar estos efectos.
Desigualdades persistentes:
Las diferencias de salud y esperanza de vida en los Países Bajos relacionadas con la posición social son otro desafío significativo.
Actualmente, las personas en situaciones vulnerables viven, en promedio, 14 años menos con buena salud que aquellas en mejores condiciones.
Este problema está ligado a la pobreza, viviendas precarias y redes sociales limitadas.
Un llamado a la acción:
El RIVM insta al gobierno a adoptar políticas claras y a largo plazo, con objetivos específicos que sitúen la salud pública como prioridad.
También subraya la importancia de mantener y fortalecer iniciativas existentes, como la lucha contra el tabaquismo y el fomento del ejercicio.