Los propietarios de viviendas en los Países Bajos han encontrado una forma de evadir la reciente prohibición de los contratos de alquileres temporales.
Recurriendo a un modelo de alojamiento de corta estancia que incluye servicios adicionales, similar a los ofrecidos por hoteles. Esto les permite cobrar hasta tres veces más que el alquiler regulado en el mercado inmobiliario tradicional, según informa Parool.
El truco detrás del modelo de corta estancia
En este esquema, las propiedades se anuncian como alojamientos amueblados y equipados para expatriados, con contratos limitados por definición.
Por ejemplo, un caso reciente involucró a un expatriado italiano que firmó un contrato por un apartamento de 34 m² en Ámsterdam por 1.850 euros al mes, mientras que el precio regulado sería de 633 euros.
El caso fue examinado esta semana por la Comisión de Evaluación de Alquileres, que en diciembre ya había señalado la legalidad dudosa del acuerdo.
Sin embargo, la comisión no pudo emitir un fallo porque el contrato se encuentra fuera de su jurisdicción.
Argumentos legales y antecedentes
Durante la audiencia, el abogado del propietario defendió la legalidad del contrato, argumentando que se trata de un servicio temporal, equiparable a un hotel. Diseñado para ayudar a los expatriados en su transición hacia una vivienda permanente.
Además, afirmó que el inquilino aceptó las condiciones explícitamente en una conversación grabada.
Este modelo recuerda a una estrategia común utilizada por propietarios antes de 2016, cuando el gobierno permitió los contratos de alquileres temporales.
No obstante, dicha legislación fue derogada el 1 de julio de 2024. Ya que estos contratos contribuían al aumento de precios y generaban incertidumbre para los inquilinos.
Preocupación de los defensores de los inquilinos
La fundación !Woon, que defiende los intereses de los inquilinos, expresó su preocupación por estas prácticas, describiéndolas como “astutas y cuidadosamente diseñadas”.
Según el abogado Imre Doff, los servicios adicionales como bicicletas y ropa de cama limpia están estructurados para cumplir con la ley. Mientras que se continúa beneficiando económicamente de los altos precios.
Doff advirtió que este enfoque podría convertirse en una tendencia: “Si se permite, se abrirán las compuertas”, lo que podría complicar aún más el acceso a viviendas asequibles para los inquilinos.