La coalición K9, que agrupa organizaciones paraguas de mezquitas en los Países Bajos, evalúa emprender acciones legales contra el periódico De Telegraaf.
El grupo acusa al medio de incitar a la polarización y estigmatizar a la comunidad musulmana a través de su cobertura negativa.
El caso del profesor de historia islámica
Entre las quejas de la K9 se encuentra un artículo publicado este año en el que De Telegraaf acusó a un profesor de historia islámica de Utrecht de desalentar la integración al sugerir que los padres musulmanes den nombres islámicos a sus hijos.
Según la K9, esta afirmación es “absurda” y atenta contra el derecho fundamental de las personas a elegir libremente los nombres de sus hijos.
Además, el periódico etiquetó al profesor como “salafista”, un término que suele asociarse con interpretaciones extremas del Islam. Tras las quejas de Muslim Rights Watch Netherlands, De Telegraaf modificó su reportaje, aunque el daño ya estaba hecho, según la K9.
Otros ejemplos de cobertura controvertida
La coalición también citó otros casos:
• Un artículo que vinculaba a una mezquita de Rotterdam con delitos relacionados con drogas.
• Una columna que conectaba a las organizaciones FIO y Milli Görüs con Hamás, una acusación que el K9 calificó de infundada y perjudicial.
La respuesta de K9
En una declaración oficial, la K9 acusó al periódico de contribuir a la división social con sus reportajes. “Estas acusaciones infundadas solo sirven para reforzar estereotipos negativos y aumentar la polarización”, señaló la coalición, exigiendo que De Telegraaf rectifique su enfoque.
Posible acción legal
La K9 advirtió que, si el periódico no aborda sus preocupaciones, podrían recurrir a acciones legales para proteger los derechos de la comunidad musulmana.
“No estamos en contra de la libertad de prensa, pero esta debe ejercerse con responsabilidad”, afirmaron.
El impacto en la comunidad musulmana
Este tipo de coberturas, según la K9, no solo afecta la imagen de la comunidad musulmana y mezquitas en los países bajos , sino que también genera desconfianza y tensiones en la sociedad holandesa.