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Escuela de hostelería en Maastricht - Foto de Kleon3 en Wikimedia CommonsEscuela de hostelería en Maastricht - Foto de Kleon3 en Wikimedia Commons

Las novatadas en la Escuela de Hostelería de Maastricht han vuelto a salirse de control, con al menos dos estudiantes de primer año acudiendo al hospital UMC+ de Maastricht por síntomas de agotamiento durante el fin de semana. Mientras que otros se desmayaron e incluso uno sufrió un ataque epiléptico, según informó De Limburger.

Novatadas extremas en condiciones inhumanas

Los incidentes ocurrieron durante el ritual de iniciación de la asociación de estudiantes Amphityron, que comenzó el viernes por la tarde y se prolongó hasta el lunes por la mañana. Con la participación de unos 100 estudiantes de primer año.

Según el periódico, los nuevos alumnos fueron obligados a permanecer inmóviles en el frío glacial durante horas, mientras que aquellos que se movían eran castigados con disparos (presumiblemente con armas de aire comprimido).

La situación fue extrema:

  • Siete estudiantes se desmayaron.
  • Uno sufrió un ataque epiléptico.
  • Varios mostraron síntomas de hipotermia.

Los participantes tuvieron que dormir en sacos de dormir en el suelo, siendo despertados cada dos o tres horas con ruidos de ollas y sartenes. Además, apenas recibieron comida ni agua durante los días que duró la iniciación.

La escuela abre una investigación

Un portavoz de la Escuela de Hostelería de Maastricht declaró a De Limburger que la dirección «no ha recibido ninguna señal que confirme los abusos», pero ha iniciado una investigación sobre lo ocurrido.

«El bienestar de los estudiantes, tanto mental como físico, debe ser lo primero», afirmó la institución.

También instó a los alumnos afectados a contactar al consejero confidencial de Zuyd Hogeschool. La universidad a la que pertenece la escuela de hostelería.

Un historial de excesos en Amphityron

No es la primera vez que las novatadas en la Escuela de Hostelería de Maastricht por parte de la asociación Amphityron a estudiantes generan polémica. En 2018, varios padres denunciaron ante la escuela violencia física y verbal contra sus hijos.
Como resultado, la institución realizó una investigación y suspendió la financiación de la asociación de estudiantes.

Además, la semana pasada, la Universidad de Maastricht suspendió todas las actividades de presentación de las asociaciones estudiantiles tras recibir informes de comportamiento inapropiado.

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