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El RIVM advierte: los huevos caseros contienen PFAS

El Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM) lanzó una advertencia urgente: no es seguro consumir huevos de gallinas caseros en Países Bajos.
Tras analizar muestras en 60 lugares, el RIVM encontró que en más de la mitad de los casos, incluso menos de un huevo a la semana podría hacer que una persona supere los límites saludables de exposición a PFAS.
🧪 ¿Qué son los PFAS y por qué son peligrosos?
Los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) son químicos que se acumulan en el cuerpo humano y pueden provocar graves daños a largo plazo:
- Debilitamiento del sistema inmunológico
- Problemas reproductivos y daños en el desarrollo fetal
- Mayor riesgo de cáncer de riñón y testículo
- Alteraciones en los niveles de colesterol y daño hepático
El gran problema es que estos compuestos no se detectan a simple vista, lo que hace imposible saber si un huevo está contaminado solo observándolo.
La popularidad de las gallinas de traspatio
En Países Bajos, criar gallinas como pasatiempo es muy común, tanto en jardines privados como en huertos urbanos o granjas terapéuticas.
Sin embargo, los huevos producidos en estas condiciones no pasan controles oficiales de seguridad alimentaria, a diferencia de los huevos comerciales que sí cumplen las normas de la NVWA.
De un caso local a una alerta nacional
La investigación nacional del RIVM surgió tras una alarma en South Holland en 2024, cuando se detectaron niveles extremos de PFAS en huevos cerca de la planta química Chemours.
Aunque el origen de la contaminación sigue sin estar claro, el estudio reveló que el riesgo es generalizado en todo el país.
🐔 ¿Cómo llegan los PFAS a los huevos?
Una hipótesis apunta a que las lombrices de tierra contaminadas podrían ser una fuente indirecta de exposición, ya que son parte de la dieta natural de las gallinas.
El RIVM sigue investigando otras posibles vías de contaminación y cómo reducir el riesgo en el futuro.