Hengevelde aprende lengua de señas para incluir a un niño de 4 años

Una comunidad neerlandesa da un paso ejemplar hacia la inclusión total

En un gesto que ha tocado corazones en toda Holanda, los vecinos del pueblo de Hengevelde se unieron para aprender lengua de señas y así permitir que Gijs Bloemen, un niño de cuatro años con discapacidad auditiva, pueda comunicarse y participar plenamente en la vida cotidiana del pueblo.

Todo comenzó con un deseo sencillo, pero poderoso: "Que mi hijo se sienta como en casa aquí", escribió su madre, Anouk Doeschot, en el árbol de los deseos del pueblo hace un año. La comunidad no solo lo leyó, sino que decidió hacerlo realidad.

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Una lección para todos: cómo se organizó la comunidad

El comité local del "árbol de los deseos" contactó con el profesor de lengua de señas de Gijs para organizar clases en el pueblo. La respuesta fue abrumadora:

• Profesores de su escuela aprendieron las señas básicas.
• Compañeros de clase practicaron con él en el aula y en el patio.
• Comerciantes, entrenadores de fútbol, taxistas y vecinos asistieron a dos sesiones comunitarias para aprender cómo comunicarse con él.

Más de 80 personas participaron activamente, incluyendo padres, amigos y personas que interactúan con él en su día a día.

✋ "Gijs ahora es parte de todo"

La repercusión fue inmediata. Hoy en Hengevelde, la lengua de señas forma parte de la vida cotidiana:

• Los niños lo saludan con señas en el patio de la escuela.
• En el supermercado, los vendedores entienden sus gestos y hasta le preparan su bocadillo favorito.
• En el fútbol, los entrenadores se comunican con él sin barreras.

🗣️ Jacqueline Everink, que trabaja en el puesto local de oliebollen, se sumó sin dudarlo:

Un cambio visible

Para Anouk, la madre de Gijs, el cambio ha sido transformador:

Gracias a esta iniciativa, Gijs no solo puede comunicarse, sino que crece con confianza y alegría, rodeado de una comunidad que ha demostrado que la inclusión se construye con actos concretos.