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De lo que te prometen en las ETT's a lo que realmente vives

📩 Carta enviada al periódico
Hola, me llamo Juan Carlos y hace tres semanas comencé a trabajar con una ETT para GXO.
Lo que me prometieron al principio y lo que estoy viviendo ahora no se parecen en nada.
Quiero contar mi historia, porque sé que no soy el único.
Me trasladaron a un alojamiento a más de una hora y media del lugar de trabajo. Está en medio del bosque, alejado de tiendas o zonas donde poder hacer una vida normal. El entorno es tan hostil que he dormido varias noches con mi dinero y mis documentos escondidos en mi ropa interior, por miedo a que me los roben. Aquí hay violencia, consumo de drogas y hace apenas una semana, ocurrió una violación en el mismo edificio donde vivo.
La jornada laboral es mucho más dura de lo que me explicaron. El tiempo de descanso no cuenta como parte del horario de trabajo, lo que hace que el día se alargue sin compensación alguna. Así es imposible compatibilizar el empleo con cualquier tipo de vida personal.
Pero lo más desesperante es la sensación de estar atrapado. No se puede dejar la ETT para buscar trabajo por cuenta propia. Para encontrar un empleo necesitas un registro de vivienda, pero para tener un registro de vivienda te exigen un contrato laboral permanente. Es un círculo sin salida.
Tengo 49 años. Vine con la esperanza de poder traer pronto a mi esposa y mis hijos. Pero, honestamente, no veo cómo lograrlo.
📣 Llamado a la comunidad: ¿Has vivido algo similar?
¿Te prometieron unas condiciones y luego encontraste una realidad muy distinta? ¿Has tenido dificultades con el registro de vivienda o los contratos laborales temporales en los Países Bajos? ¿Cómo lo resolviste? Comparte tu experiencia aquí.


