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Barrios más verdes, activos y sociales: así quiere cambiar el RIVM tu entorno

El Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos (RIVM) ha publicado nuevas normas para el diseño de espacios públicos, con un objetivo claro: que cada ciudadano viva en un entorno más saludable, activo y social. Desde zonas verdes visibles desde casa hasta bancos para charlar en la calle, estas recomendaciones podrían cambiar el aspecto y la vida diaria en barrios de todo el país.
Juegos cerca, ejercicio fácil
Una de las prioridades del RIVM es fomentar el movimiento en todas las edades. Por eso propone:
- Una zona de juegos infantiles a menos de 200 metros de cada hogar
- Al menos una hectárea de espacio verde para moverse (como césped o parque) a menos de 300 metros
- Acceso a al menos tres tipos de instalaciones deportivas a menos de 1,5 kilómetros
Esto busca combatir el sedentarismo y facilitar la actividad física diaria, sin necesidad de desplazarse en coche o transporte público.
🌿 Verde a la vista: salud mental y frescura
Ver naturaleza desde casa no solo es bonito: mejora la salud mental y reduce el estrés térmico. Por eso el RIVM recomienda que desde cada vivienda se pueda ver al menos tres árboles o bien un elemento verde como una fachada ajardinada, una arboleda pequeña o un jardín comunitario.
Además, sugiere desarrollar una red de vegetación urbana que ayude a regular la temperatura y mitigar el calor en verano.
Calles que invitan a hablar
Socializar también es parte del bienestar. Para promoverlo, el RIVM propone:
- Aceras más anchas, para que la gente pueda detenerse a conversar sin bloquear el paso
- Un banco cada 125 metros, de preferencia con sombra y ubicado en lugares animados como plazas o parques
- Elementos como obras de arte urbanas o fuentes que sirvan como temas de conversación
¿Para qué sirven estas normas?
Estas pautas no son leyes obligatorias, pero el RIVM las ha elaborado a petición del Ministerio de Salud, municipios, provincias y servicios municipales de salud (GGD). Los urbanistas y responsables políticos pueden usarlas como referencia para crear barrios más humanos y sostenibles.
El instituto ya ha confirmado que se añadirán más directrices en el futuro, posiblemente para temas como salud mental, contaminación o acceso a servicios esenciales.


