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El RSJ critica el endurecimiento de las cárceles neerlandesas: “Podría ser imprudente”

Las políticas penitenciarias de línea dura en cárceles neerlandesas podrían ser contraproducentes, según advirtió el Consejo para la Administración del Derecho Penal y la Protección de Menores (RSJ).
En una carta pública sin precedentes, el órgano asesor del gobierno neerlandés criticó el creciente uso de medidas severas para un número cada vez mayor de reclusos considerados peligrosos.
El presidente del consejo, Han Moraal, señaló que el endurecimiento de las condiciones de reclusión podría tener efectos negativos tanto dentro como fuera de las prisiones.
“Tratarlos como animales, los devuelve como animales”
Moraal alertó que medidas como el aislamiento prolongado, la restricción de llamadas y la vigilancia intensiva podrían generar frustración, aumentar la radicalización y dificultar la reintegración social.
“Si se trata a los presos como animales, volverán a la sociedad como animales”, citó, recordando las palabras del exministro Piet Hein Donner.
Medidas pensadas para pocos, aplicadas a muchos
Originalmente, estas restricciones estaban diseñadas para unos pocos internos de altísima peligrosidad en el Centro de Extra Seguridad (EBI) de Vught.
Sin embargo, el RSJ denuncia que ya se aplican a todos los reclusos de EBI y también a los del Departamento de Supervisión Intensiva (AIT), una unidad de régimen estricto dentro de prisiones convencionales.
“Esto debería reservarse para cinco o diez presos realmente peligrosos, no para cien”, insistió Moraal.
Aumentan las restricciones y las quejas
Desde 2022, los presos del EBI solo pueden realizar una llamada telefónica monitoreada por semana, y sus contactos deben acudir a una comisaría autorizada.
Pronto, según nuevas propuestas del gabinete, estas llamadas solo podrán hacerse desde la propia prisión, lo que complica aún más el contacto con el exterior.
Este aislamiento progresivo ha provocado un aumento de las quejas legales, que en 2024 superaron las 7000, con un crecimiento del 17 % respecto a dos años atrás.
¿Reacción política o solución efectiva?
El consejo reconoce la necesidad de medidas especiales en casos graves, como el del narcotraficante Ridouan T., pero cuestiona que se expanda el régimen severo a detenidos sin antecedentes similares.
“Entendemos el shock de la Tweede Kamer, pero el gobierno no puede actuar con la lógica del crimen organizado”, advirtió Moraal.
Nuevas cárceles, más presión
Actualmente se está construyendo un segundo Centro de Extra Seguridad en Vlissingen, lo que elevará la capacidad del EBI a 60 plazas.
En paralelo, el número de celdas AIT se incrementará de 49 a 126. Para el RSJ, esto representa un avance peligroso hacia un sistema penal más punitivo que rehabilitador.