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Las quiebras empresariales bajan, pero el turismo sufre en Países Bajos

Países Bajos registró en marzo de 2025 su cifra más baja de quiebras empresariales en más de un año y medio.
Según los últimos datos publicados por la Oficina Central de Estadísticas (CBS), solo 271 empresas se declararon en bancarrota, lo que representa una caída del 20 % respecto a marzo de 2024 y un descenso del 25 % comparado con febrero de 2025.
📉 Esta bajada consolida una tendencia descendente que comenzó en 2015, cuando la tasa de quiebras alcanzó un pico de 24,8 por cada 100.000 empresas.
Desde entonces, los números han bajado de forma progresiva, marcando un mínimo histórico de 3,4 en agosto de 2021.
Una nueva forma de medir: tasa por 100.000 empresas
Por primera vez, el CBS ha centrado su análisis en la tasa de quiebras por cada 100.000 empresas, en lugar de ofrecer solo cifras absolutas. En marzo de 2025, esta tasa se situó en 7,4, frente a 9,5 en marzo de 2024.
📊 Este cambio metodológico permite una mejor comparación entre sectores, ya que ajusta los datos al tamaño de cada industria. Así, las cifras se vuelven más claras y representativas para analizar tendencias reales.
El sector hotelero, en números rojos
Pese a las buenas noticias generales, el sector hotelero va en dirección contraria. En marzo de 2025, se declararon en quiebra casi 40 empresas hoteleras por cada 100.000 empresas del sector, frente a 28 por cada 100.000 hace solo un año.
Este aumento convierte al hotelero en el sector con mayor tasa de quiebras de los Países Bajos y en el que más ha crecido esta métrica en comparación interanual.
Las razones detrás de este repunte no se detallan en el informe, pero expertos del sector ya han advertido sobre una recuperación más lenta tras los impactos de la inflación, el cambio de hábitos turísticos y el aumento de costes operativos.
Otros sectores respiran con alivio
A diferencia del hotelero, la mayoría de los sectores empresariales mostraron tasas de quiebras más bajas que en marzo de 2024.
Esta estabilidad se atribuye en parte a una economía más predecible en 2025, con menos presiones postpandemia y mejores condiciones de financiación para pymes y autónomos.