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La víctima del crimen de honor en Lelystad estaba bajo protección policial

Ryan Al Najjar, una joven de 18 años, fue asesinada en mayo del año pasado tras haber estado bajo vigilancia y protección policial. La fiscalía sospecha que fue víctima de un crimen de honor motivado por su integración en la sociedad neerlandesa.
La joven fue secuestrada, atada con cinta adhesiva y ahogada cerca de Knardijk, en Lelystad. Su cuerpo fue hallado por un trabajador forestal, con las manos atadas a la espalda, la boca cubierta con cinta y los tobillos vendados.
Su asesinato ha conmocionado al país y ha reabierto el debate sobre la protección efectiva a víctimas de violencia familiar.
Bajo vigilancia… pero la protección ya había cesado
Aunque la Fiscalía confirmó que Ryan estuvo protegida por las autoridades, su seguridad había sido suspendida poco antes del crimen. No se ha precisado cuándo comenzó dicha protección ni por qué se interrumpió.
Según el diario Leeuwarder Courant, existía información sobre su caso en el sistema nacional de vigilancia y seguridad de personas en riesgo.
🛡️ Sin embargo, esa vigilancia no evitó el desenlace trágico. La Fiscalía no explicó por qué se suspendió su protección, dejando muchas preguntas sin responder.
Una familia que no aceptaba su forma de vida
La Fiscalía cree que el motivo del crimen fue el descontento de la familia con la vida que Ryan llevaba en Países Bajos. Consideraban que su comportamiento occidental deshonraba al núcleo familiar. En conversaciones de texto presentadas como prueba, su hermano Muhanad escribió:
“Si miente y nos está haciendo perder aún más prestigio, debe ser castigada”.
También la madre de la joven expresó su rechazo con una frase escalofriante:
“Si Dios quiere, la veremos envuelta en un sudario. Ryan es una vergüenza para la familia y merece morir”.
💬 Estas pruebas forman parte de los indicios que refuerzan la acusación de asesinato premeditado por razones de honor.
Tres familiares implicados en el crimen
Dos de sus hermanos, Muhanad Al N. (25 años) y Mohamed Al N. (23 años), están en prisión preventiva desde febrero y enfrentan cargos de asesinato.
Ambos señalaron al padre, Khaled Al N., como el autor material del crimen. Según la Fiscalía, su ADN fue encontrado en los 18 metros de cinta adhesiva utilizada para inmovilizar a Ryan.
Además, se hallaron restos genéticos bajo las uñas de la víctima, lo que, según los fiscales, demuestra que luchó por sobrevivir.
El padre huyó a Siria tras el asesinato y actualmente es buscado internacionalmente.
El proceso judicial continúa
El próximo 25 de abril tendrá lugar una nueva audiencia preliminar en el Tribunal de Distrito de Lelystad. Otra sesión de seguimiento está programada para el 30 de junio, y se espera que el juicio formal comience a finales de este año.
⚖️ El caso ha generado un fuerte debate sobre los crímenes de honor en Europa y la eficacia de los sistemas de protección para personas en riesgo dentro de sus propias familias.