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El gobierno neerelandés se niega a subir el salario mínimo juvenil

El Gobierno neerlandés ha decidido no aplicar el aumento del salario mínimo juvenil previsto para julio de 2026, a pesar de que la mayoría parlamentaria apoya esta medida.
La decisión ha provocado fuertes críticas, especialmente desde Volt, el partido proponente de la moción.
La ministra interina rechaza la moción por “falta de fondos”
Mona Keijzer, ministra interina de Asuntos Sociales, ha afirmado que no implementará el aumento, argumentando problemas de financiación.
Según Keijzer, los 29 millones de euros necesarios para la medida provendrían de fondos de reserva destinados a grupos vulnerables, lo cual considera inviable.
Volt responde: “El dinero está, y la mayoría también”
Desde el partido Volt, su líder Laurens Dassen calificó la postura del Gobierno como “inaceptable”, y lo expresó directamente en la red social BlueSky.
Según el partido, la financiación existe y no proviene de partidas para desarrollo social, como sugiere Keijzer. Además, aseguran que el proceso legislativo es factible para aplicar la medida incluso antes de julio de 2026.
¿Por qué no se aplica antes?
La moción parlamentaria exigía implementar el aumento en julio de 2026, pero el Gabinete se mantiene en su propuesta original: un aumento menor en enero de 2027.
Keijzer justifica este calendario como parte de un “proceso legislativo cuidadoso”, pero Volt lo rebate citando dictámenes de expertos legislativos, incluso del propio Parlamento, que aseguran que enero de 2026 es completamente viable como fecha de inicio.
¿Quién se ve afectado?
El salario mínimo juvenil afecta directamente a miles de jóvenes trabajadores en Países Bajos, especialmente aquellos entre 18 y 21 años, que reciben un porcentaje reducido del salario mínimo general.
El retraso en la medida prolonga esta desigualdad, según organizaciones juveniles y sindicatos.