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Ahmed Marcouch - Foto de Partij van de Arbeid en Wikimedia Commons

Ahmed Marcouch, alcalde de Arnhem, ha lanzado un llamado a los legisladores nacionales para que instauren una prohibición contra la profanación pública de símbolos y textos religiosos y filosóficos, argumentando que esta medida es crucial para preservar la democracia en los Países Bajos. Marcouch sostiene que la restricción de ciertas formas de expresión es necesaria para prevenir actos que buscan provocar deliberadamente respuestas violentas y sembrar división.

Un Llamado a la Acción:
En una carta dirigida al ministro de Justicia, Dilan Yesilgöz, el alcalde Marcouch enfatizó que la profanación de objetos considerados sagrados por algunos representa una amenaza a la seguridad nacional, dado su potencial para incitar al odio y la división. Marcouch insta a la adopción de medidas legislativas que prohíban específicamente la quema y destrucción de símbolos religiosos y filosóficos en espacios públicos, una propuesta que contrasta con la postura del ministro Yesilgöz, quien ha defendido la libertad de manifestación.

Entre la Libertad de Expresión y la Seguridad Nacional:
El alcalde de Arnhem compara la destrucción de textos sagrados con actos de protesta que han desgarrado a comunidades, como la quema de banderas arcoíris y las protestas durante la inauguración del Museo del Holocausto en Ámsterdam. Marcouch argumenta que tales actos no solo abusan del derecho a manifestarse, sino que también promueven la exclusión y el odio hacia minorías religiosas, el creciente antisemitismo y la discriminación por orientación sexual o color de piel.

Respuesta a Actos Recientes:
La iniciativa de Marcouch se produce después de una controvertida manifestación organizada por el líder de Pegida, Edwin Wagensveld, en la que se quemó una copia del Corán, provocando disturbios y lesiones leves tanto a Wagensveld como a oficiales de policía. Aunque inicialmente Marcouch defendió el derecho a la manifestación según las leyes holandesas, posteriormente ha presionado por la prohibición de tales actos, calificándolos de “venenosos” y generadores de una “polarización tóxica”.

Medidas Adoptadas:
En respuesta a los planes de Pegida de repetir la quema del Corán, Marcouch ha prohibido tanto al grupo como a Wagensveld organizar eventos en Arnhem, citando preocupaciones sobre la seguridad pública. A pesar de la prohibición, Wagensveld ha prometido continuar con sus manifestaciones, desafiando las restricciones impuestas.