El gobierno de los Países Bajos está considerando implementar impuestos al azúcar en bebidas no alcohólicas como medida para combatir la obesidad.
Se han propuesto cinco variantes distintas de este impuesto, con diferentes reglas sobre las exenciones.
El objetivo final sería hacer más costosas las bebidas azucaradas y más accesibles las opciones más saludables.
Detalles de las Variantes:
Las opciones varían en el grado de excepciones incluidas.
Una versión de los impuestos no contempla excepciones, mientras que otras podrían excluir del impuesto a productos como el agua mineral, bebidas lácteas bajas en azúcar, bebidas a base de soja, o jugos naturales de frutas y verduras.
A mayor número de exenciones en una variante, mayor sería el impuesto aplicado a las bebidas restantes.
Evitación Fiscal y Decisiones sobre el Chocolate:
El Secretario de Estado Maarten van Ooijen destacó la necesidad de evitar la elusión fiscal que algunas empresas podrían intentar, como agregar una gota de leche a los jugos para esquivar el impuesto.
También mencionó que sería razonable aplicar un impuesto más alto a la leche chocolatada.
Principios del Impuesto al Azúcar:
El impuesto pretende ser directo: bebidas con bajo contenido de azúcar tendrán impuestos bajos, mientras que aquellas con alto contenido de azúcar enfrentarán tasas más altas.
Esta medida busca promover un consumo más saludable entre los ciudadanos y motivar a los fabricantes a reducir los niveles de azúcar en sus productos.
Recomendaciones del Consejo de Salud:
El Consejo de Salud de los Países Bajos ha recomendado minimizar el consumo de azúcares, ya sean naturales o añadidos, especialmente en bebidas.
Esta es una parte esencial de las estrategias para reducir la prevalencia de la obesidad en la nación.
Implementación Futura:
Los impuestos sobre el azúcar, de aprobarse, no se implementaría en los Países Bajos hasta 2026, dando tiempo para que tanto consumidores como fabricantes se adapten a la nueva normativa.