El nuevo plan del gobierno de Holanda incluye la reducción del número de estudiantes internacionales en la educación superior, a pesar de las críticas de las empresas multinacionales.
Estas empresas han señalado que tanto los estudiantes internacionales como los trabajadores extranjeros son esenciales para el crecimiento económico y la solución de la escasez laboral.
Sin embargo, el gobierno mantiene su objetivo de convertir a los Países Bajos en uno de los cinco países más competitivos del mundo a nivel económico.
Mejorando el clima empresarial.
Reducción de estudiantes internacionales y defensa del idioma holandés:
El gabinete ha reiterado su intención de limitar el uso del inglés en la educación superior.
Restringiéndolo solo a programas estratégicos, como los relacionados con ciencia y tecnología, y teniendo en cuenta circunstancias regionales.
Según el gobierno de Holanda, la afluencia masiva de estudiantes internacionales ha generado una presión inaceptable sobre la vivienda, el tamaño de las clases y el trabajo de los profesores.
Además de amenazar la preservación del idioma holandés en las universidades.
El gabinete explicó que por cada estudiante holandés que estudia en el extranjero, seis estudiantes internacionales se matriculan en universidades de los Países Bajos.
Lo que ha llevado a la implementación de medidas para reducir estas cifras.
Se estima que la reducción de estudiantes internacionales podría generar un ahorro anual de hasta 293 millones de euros.
Regulaciones para universidades:
El plan también otorga a las universidades la capacidad de establecer límites en algunos de sus cursos.
El gobierno planea darles poderes de emergencia para limitar las admisiones de estudiantes de fuera del Espacio Económico Europeo.
Además, el gobierno impulsará que más cursos sean impartidos en holandés.
Mejorar el clima empresarial:
Para mejorar la competitividad económica, el gobierno quiere reducir la presión regulatoria sobre las empresas internacionales.
También mejorar el acceso a instalaciones clave como puertos, zonas industriales y centros de conocimiento.
El objetivo es que, para 2030, todas las provincias holandesas estén entre las 30 regiones más competitivas de la UE.
Y que seis de ellas ocupen un lugar en el top 10.
Para recuperar la confianza empresarial, el gobierno organizará una cumbre sobre el clima empresarial a finales de este otoño, en la que dará voz a los empresarios y mostrará su aprecio por el espíritu emprendedor.