Cerca de 100.000 empresas holandesas que manejan sustancias peligrosas u tóxicas no toman suficientes medidas para proteger a sus más de un millón de trabajadores. Según un informe de la Inspección de Trabajo publicado en Trouw.
La exposición a estas sustancias, que a menudo son invisibles o inodoras, pone en riesgo la salud de los empleados. Anualmente, alrededor de 4.100 personas mueren debido a enfermedades profesionales.
Medidas simples que podrían reducir el riesgo:
Las enfermedades profesionales más comunes, como el cáncer de pulmón y la EPOC, podrían reducirse con medidas simples. Entre las recomendaciones de la Inspección de Trabajo se encuentran:
- Habilitar salas separadas para comer y cambiarse de ropa.
- Cubrir los barriles de sustancias tóxicas para evitar la exposición.
- Asegurarse de que las tuberías no tengan fugas.
- Utilizar aspiradoras en lugar de escobas para la limpieza, reduciendo así la dispersión de partículas peligrosas.
Sin embargo, la Inspección de Trabajo ha observado repetidamente que estas medidas, consideradas de sentido común, no se implementan en muchas empresas.
Durante las visitas de inspección a más de 1.000 empresas holandesas, se descubrió que entre el 55% y el 87% de las empresas no tomaban las medidas necesarias para proteger a sus empleados de sustancias tóxicas como cromo-6, humos de soldadura, polvo de madera y emisiones de diésel.
Todas sustancias que pueden causar cáncer, dañar el ADN o reducir la fertilidad.
Sectores más afectados: limpieza de cisternas y la industria química:
Algunos sectores destacan por su negligencia en la protección de los trabajadores.
En la industria de limpieza de cisternas, casi todas las empresas inspeccionadas recibieron advertencias sobre los peligros a los que exponían a sus empleados.
En el caso de los mayoristas de productos químicos y los fabricantes de adhesivos, resinas y selladores, tres cuartas partes de las empresas desconocían los riesgos asociados con la exposición a sustancias peligrosas. A pesar de ser ellos mismos los proveedores de estos productos.
La Inspección subraya que estos proveedores deberían ser responsables de transmitir información sobre los riesgos a sus compradores. Algo que muchas veces no sucede.
La responsabilidad y falta de sanciones: un incentivo para ignorar riesgos:
La ley establece que es responsabilidad del empresario realizar una evaluación de los riesgos para la salud relacionados con sustancias peligrosas.
Sin embargo, en muchos casos, los empleadores no cumplen con esta obligación y no enfrentan sanciones.
Esto genera una situación en la que muchas empresas optan por no realizar análisis de riesgos, ya que resulta más económico ignorar los peligros.
Las empresas podrían identificar los riesgos de salud de manera más temprana si realizaran controles preventivos de salud a sus empleados.
Sin embargo, los controles que realizan suelen ser básicos, como medir la presión arterial o el peso. Sin incluir exámenes que detecten enfermedades que podrían desarrollarse con el tiempo.
Enfoque a corto plazo y consecuencias a largo plazo:
Una de las principales críticas es que las empresas tienden a pensar solo en el corto plazo, lo que significa que no se anticipan a las enfermedades profesionales que pueden aparecer 15 o 20 años después de la exposición.
Este enfoque reactivo, en lugar de preventivo, contribuye a que las enfermedades profesionales sigan afectando a un número significativo de trabajadores en los Países Bajos.
A pesar de que existen soluciones simples y accesibles para reducir la exposición a sustancias peligrosas.