En su primera votación ambiental de la nueva legislatura, el Parlamento Europeo decidió retrasar y modificar las estrictas normas para evitar la deforestación vinculada a productos vendidos en la UE.
Esta decisión, impulsada por el conservador Partido Popular Europeo (PPE) y apoyada por la extrema derecha, ha generado críticas de grupos ecologistas y eurodiputados progresistas.
Cambios a las normas contra la deforestación:
La ley, adoptada en 2023, exige que las empresas rastreen productos como carne de vacuno, cacao, café, aceite de palma y madera para garantizar que no provienen de tierras deforestadas.
Su entrada en vigor, inicialmente programada para el 30 de diciembre de 2024, se ha pospuesto para:
- Grandes operadores: Hasta finales de 2025.
- Pequeñas empresas: Hasta el 30 de junio de 2026.
Además, se creó una nueva categoría de países «sin riesgo» de deforestación.
Los productos de estas regiones enfrentarían menos controles, lo que Greenpeace considera una «laguna» que permite elusión de responsabilidades.
Críticas al retraso y la dilución:
La medida ha sido catalogada como un retroceso en el Pacto Verde Europeo, un programa que busca reducir el impacto del consumo europeo en la deforestación global.
Que representa el 10% de la deforestación mundial según la FAO.
El eurodiputado Bas Eickhout de GroenLinks-PvdA criticó duramente la decisión. Calificándola de «irresponsable» por generar incertidumbre para las empresas y ciudadanos.
Greenpeace y WWF han exigido a la Comisión Europea que mantenga la normativa original. Destacando que el aplazamiento y las modificaciones introducen riesgos de evasión de las obligaciones ambientales.
Próximos pasos:
Los cambios aprobados requieren que se publiquen en el Diario Oficial de la UE antes del 30 de diciembre.
Si no se logra, la normativa original entrará en vigor en las fechas previamente establecidas, sin las enmiendas adoptadas por el parlamento.