Los cambios fiscales previstos para 2025 en Holanda, como el aumento del salario mínimo, traerán beneficios para la mayoría de los trabajadores holandeses.
La principal medida es la reducción de la tasa del impuesto sobre la renta en el primer tramo.
Que pasará del 36,97 % al 35,82 % para ingresos de hasta 36.393 euros.
Además, el crédito fiscal general, que reduce los impuestos adeudados, disminuirá de 3.362 euros a 3.068 euros.
Sin embargo, el umbral de ingresos para reducir este crédito aumentará de 24.812 euros a 28.406 euros. Beneficiando especialmente a los asalariados de nivel medio.
Impacto en los salarios netos:
Para trabajadores que ganan un salario bruto mensual de 2.160 euros o más, estas medidas supondrán un aumento en su poder adquisitivo.
Sin embargo, aquellos con ingresos brutos inferiores a 2.159 euros podrían experimentar una ligera disminución en sus ingresos netos. Ya que la reducción del crédito fiscal general les afectará más.
Los trabajadores con salarios superiores a 28.406 euros serán los más beneficiados por la combinación de menores tasas impositivas y mayores umbrales para la reducción de créditos fiscales.
El crédito fiscal general para quienes ganan hasta 28.406 euros se mantendrá en 3.068 euros, una cifra menor que en 2024.
Esta disminución se compensará parcialmente con un aumento de 60 euros anuales en el crédito fiscal por empleo.
Incremento en el salario mínimo y otros beneficios:
El salario mínimo en Holanda por hora subirá a 14,06 euros en 2025, un incremento del 2,75 % respecto al año anterior.
Este ajuste incluye conceptos como vacaciones pagadas y días de enfermedad, marcando un paso hacia la estandarización salarial.
Según la Oficina Central de Estadísticas (CBS), esta medida beneficiará a más de 470.000 trabajadores que ganaban el salario mínimo en 2023.
Adicionalmente, la desgravación fiscal para gastos de oficina en casa aumentará a 2,40 euros por día.
Lo que permitirá a los empleadores compensar a sus empleados sin generar obligaciones fiscales.
Perspectiva general:
Los cambios fiscales de 2025 tienen como objetivo mejorar el poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores.
Especialmente los de ingresos medios y altos, al tiempo que buscan equilibrar el sistema impositivo para los sectores más vulnerables.