Un nuevo método de cálculo desarrollado por la Oficina de Estadística de Holanda (CBS), el Nibud y el Instituto Holandés de Investigación Social (SCP) estima que 540.000 holandeses vivían en la pobreza en 2022. Frente a los 820.000 reportados con métodos anteriores.
Este cambio refleja una definición más precisa que incorpora ingresos, gastos fijos y activos, reduciendo significativamente las cifras oficiales.
Por ejemplo, una familia con ingresos bajos, pero ahorros sustanciales ya no es clasificada como pobre bajo esta nueva metodología.
Definición actualizada:
En 2022, el umbral de pobreza se definió como:
- 1.510 euros al mes para una persona sola.
- 2.535 euros al mes para una pareja con dos hijos pequeños.
Disminución notable, pero problemas persistentes:
El número de personas en pobreza se redujo más del 50% en Holanda en los últimos cinco años, gracias a factores como:
- Aumentos salariales
- Ayudas económicas por la pandemia de coronavirus
- Subsidios de energía durante la crisis energética de 2022
- Incrementos del salario mínimo y prestaciones asociadas
A pesar de la reducción, las personas que aún viven en pobreza enfrentan mayores problemas económicos.
En 2018, los ingresos de este grupo estaban, en promedio, un 10% por debajo del umbral de pobreza.
En 2022, el déficit creció al 16%.
Cambios en el perfil de la pobreza:
El grupo de personas en pobreza ha cambiado.
Anteriormente, la mayoría eran beneficiarios de asistencia social. Ahora, hay más trabajadores pobres, especialmente trabajadores a tiempo parcial y autónomos con ingresos bajos.
Según Peter Hein van Mulligen, de la CBS, los trabajadores pobres enfrentan mayores déficits de ingresos que aquellos que dependen de ayudas sociales.
Distribución geográfica:
- Tasa de pobreza más alta: Ámsterdam, con un 6,6% de la población por debajo del umbral de pobreza.
- Le siguen Vaals (6,4%)
- Róterdam (6,2%)
- La Haya (6,1%)
- Vlieland (6,0%).
- Tasa más baja: Roozendaal, con solo un 0,1%.
- La media nacional se sitúa en un 3,1%.
Impacto social:
La pobreza tiene efectos negativos sobre la salud, autoestima y confianza en el gobierno.
También afecta el desarrollo educativo de los niños y sus perspectivas futuras.