La temporada de fuegos artificiales ha comenzado oficialmente en Holanda, con tiendas que abrieron sus puertas desde la medianoche del sábado.
En ciudades como Beverwijk, los clientes formaron largas colas desde la madrugada.
Gastando miles de euros en productos pirotécnicos para las celebraciones de Año Nuevo.
Afluencia masiva a tiendas locales y Alemania
En Beverwijk, la demanda fue tan alta que una tienda cerró a las 2 a.m. tras atender a todos sus clientes. Además, muchos compradores cruzaron la frontera hacia Alemania, donde las regulaciones son menos estrictas y los precios más bajos.
En ciudades como Meppen, los holandeses formaron largas colas en tiendas como Marktkauf para abastecerse de fuegos artificiales.
Regulaciones estrictas en los Países Bajos
La venta de fuegos artificiales en Holanda está sujeta a normativas estrictas para garantizar la seguridad:
- Protección obligatoria: Los vendedores deben proporcionar gafas de seguridad y una barra de encendido con cada compra.
- Límite de compra: Los compradores solo pueden adquirir hasta 25 kilogramos de fuegos artificiales.
- Horarios de uso: Los fuegos artificiales solo pueden encenderse entre las 6 p.m. del 31 de diciembre y las 2 a.m. del 1 de enero.
- En algunas localidades, como Ámsterdam, está en vigor una prohibición total, donde no se permite el uso de fuegos artificiales de ningún tipo.
Impacto económico y tendencias
El año pasado, los holandeses gastaron aproximadamente 105 millones de euros en fuegos artificiales, cerca del récord de 110 millones alcanzado en años anteriores.
Este nivel de gasto subraya la popularidad de los fuegos artificiales, incluso bajo regulaciones cada vez más estrictas.