El número de plazas de aparcamiento de pago en los Países Bajos ha aumentado un 23,4 % en los últimos dos años, según un análisis de Spotzi.
Este crecimiento responde al aumento del número de vehículos y la falta de espacio en muchas áreas, especialmente en zonas cercanas a los centros urbanos.
Grandes ciudades como La Haya, Róterdam y Utrecht, junto con municipios más pequeños como Renesse, Harlingen y Dijk en Waard, han implementado amplias zonas de aparcamiento de pago para gestionar la demanda y evitar la congestión.
“El aparcamiento gratuito genera una gran presión en las calles cercanas a los centros urbanos”, explicó el profesor de política de transporte Bert van Wee de la TU Delft. «El estacionamiento de pago busca reducir esa presión».
Caso de Dijk en Waard: debate local
En el municipio de Dijk en Waard, creado tras la fusión de Langedijk y Heerhugowaard, la introducción de zonas de aparcamiento con permiso ha generado resistencia.
Según el concejal Nils Langedijk, el plan busca preparar al municipio para la creciente demanda que traerán los nuevos desarrollos residenciales.
Sin embargo, muchos residentes están en desacuerdo. Pieter-Jan Lubbers, líder de una protesta local, organizó una petición que ya cuenta con casi 8.000 firmas, además de un grupo de Facebook con más de 2.000 miembros.
“El municipio necesita escuchar a sus ciudadanos”, afirmó Lubbers, mientras que la concejal Carmen Bosscher criticó la falta de consulta real con los residentes. «Sin apoyo público, estos planes están condenados al fracaso».
Costos de aparcamiento en aumento
El costo del aparcamiento de pago también se ha disparado en todas las regiones de los Países Bajos. Según EasyPark, el precio promedio de aparcar por una hora ha subido un 50 % en los últimos tres años, alcanzando 1,80 euros en 2024.
En ciudades como Ámsterdam, Róterdam, La Haya y Utrecht, el precio promedio fue de 3,00 euros, lo que supone un aumento del 25 %.
En algunos municipios, los ciudadanos han tenido la oportunidad de expresarse en referendos no vinculantes, como en Haarlem y Amersfoort, donde votaron en contra de la expansión del aparcamiento de pago.
La concejal Bosscher espera que se celebre un referendo similar en Dijk en Waard.
Aceptación tras la implementación
Aunque la oposición inicial es común, el profesor Van Wee señala que la aceptación del estacionamiento de pago tiende a aumentar con el tiempo.
«Es una reacción normal a medidas que impactan el uso del coche o aumentan los costos», afirmó.
No me parece justo que aumenten los costos de estacionamiento, considerando sobre todo que las opciones de transporte público también son costosas y no son siempre confiables.