La disputa comercial entre Estados Unidos y sus socios sigue intensificándose, con México y Canadá aplicando aranceles de represalia.
La Unión Europea (UE), incluidos los Países Bajos, se prepara para posibles medidas estadounidenses que podrían afectar tanto a empresas como a consumidores holandeses.
Un conflicto con consecuencias globales
Klaas Knot, presidente de De Nederlandsche Bank, advirtió sobre el impacto negativo de esta guerra comercial.
“Este es un juego en el que solo hay perdedores”, afirmó en el programa Buitenhof. “El comercio global ha traído prosperidad, pero los consumidores acabarán pagando el precio”.
Los aranceles más altos podrían provocar un aumento de la inflación, encareciendo numerosos productos.
Los Países Bajos, en la mira de los aranceles
Aunque la UE aún no ha sido afectada directamente, Trump ha insinuado que se avecinan nuevas tarifas a los productos europeos.
Como potencia comercial, los Países Bajos podrían experimentar graves consecuencias económicas si las exportaciones holandesas a EE. UU. se ven gravadas con aranceles.
“Estos aranceles funcionan como un impuesto adicional”, explicó Bert Colijn, economista jefe de ING. “Las empresas trasladarán la mayoría de estos costos a los consumidores”.
Por el momento, México no ha confirmado el porcentaje exacto de sus aranceles, mientras que Canadá ha anunciado un aumento del 25 % en ciertas importaciones estadounidenses. También se espera una respuesta de China, con medidas que entrarán en vigor el próximo martes.
Impacto en los precios y el mercado laboral
Colijn señala que los efectos no serán inmediatos:
“Durante los tres primeros meses, no se verá un gran impacto porque las empresas aún tienen existencias. Pero después, los precios aumentarán significativamente”.
El conflicto comercial también podría fortalecer el dólar frente al euro. Si bien esto podría hacer que las exportaciones holandesas sean más atractivas para los compradores estadounidenses, también podría aumentar el desequilibrio comercial entre ambas regiones.
Los Países Bajos son un importante exportador hacia EE. UU., especialmente en sectores como la tecnología, la agricultura y la maquinaria.
Sin embargo, Colijn cree que el consumo estadounidense no se verá afectado de inmediato: “Los estadounidenses simplemente compran muchos productos. Los aranceles no cambiarán tanto”.
Respuesta de la Unión Europea
La Comisión Europea está preparando contramedidas en caso de que EE. UU. imponga aranceles a los productos europeos.
Durante el primer mandato de Trump, la UE respondió con fuertes contraaranceles a bienes estadounidenses, y es probable que se repita una estrategia similar.
El gobierno holandés sigue de cerca la situación, ya que la economía del país depende en gran medida del comercio internacional. Actualmente, la UE y EE. UU. mantienen negociaciones sobre acuerdos energéticos y de defensa, que podrían ayudar a calmar las tensiones comerciales.
Sin embargo, una respuesta más contundente por parte de Europa sigue siendo una posibilidad.
“Nadie se beneficia de una guerra comercial a gran escala”, concluyó Colijn.
En la España sanchista se ha insultado- gratuitamente y mucho- al Presidente Donald Trump……