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Baja el interés por los coches eléctricos en Países Bajos
El interés de los ciudadanos en Países Bajos por adquirir coches eléctricos ha caído por primera vez en varios años, según una encuesta reciente de la ANWB. Solo el 23 % de los encuestados planea comprar uno en los próximos cinco años, frente al 28 % del año anterior.
Esta disminución se debe principalmente a la reducción de incentivos gubernamentales. El subsidio a la compra ha desaparecido y ahora también se aplica el impuesto de circulación a estos vehículos.
Obstáculos: precios, autonomía y carga en casa
La mayoría de los participantes considera que los coches eléctricos siguen siendo demasiado caros. Muchos siguen sin confiar en su autonomía actual y persisten las dudas sobre la duración de la batería.
Además, un número importante de encuestados afirma que no puede cargar un coche eléctrico en casa, lo que les desanima aún más a dar el paso hacia una movilidad más sostenible.
Las ideas erróneas siguen presentes
La ANWB, que encuestó a casi 2.360 personas, detectó que por primera vez son más quienes no tienen intención de comprar un coche eléctrico que quienes sí. La organización subraya que todavía hay muchas ideas equivocadas en torno al tema, sobre todo respecto a los costes, la autonomía y la disponibilidad de puntos de carga.
Recuerdan que ya existen modelos usados a precios más accesibles, que la autonomía mejora cada año y que la red de carga en los Países Bajos sigue creciendo.
Llamado a políticas más estables
Marga de Jager, presidenta de la ANWB, lamentó la situación:
“Es una lástima, porque hay más modelos asequibles y los conductores que se han pasado al coche eléctrico están entusiasmados”.
Según Jager, la incertidumbre política y los cambios constantes en las regulaciones generan confusión y desincentivan a los consumidores. Por ello, pide al gobierno que establezca políticas claras y estables a largo plazo.
Subida del impuesto de circulación en 2026
A partir del próximo año, los propietarios de coches eléctricos deberán pagar más impuesto de circulación. El descuento actual del 75 % se reducirá al 30 %, y dado que estos coches pesan más que los de gasolina, esta medida puede implicar un coste adicional de entre 300 y 600 euros anuales.
