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NS equipará con porras a sus agentes: arranca una prueba piloto de seguridad
Un plan piloto busca mejorar la seguridad en trenes y estaciones tras el aumento de incidentes violentos
La empresa ferroviaria Nederlandse Spoorwegen (NS) ha recibido luz verde del gobierno neerlandés para llevar a cabo un programa piloto de dos años que permitirá a 75 agentes especiales portar porras reglamentarias durante su labor en estaciones y trenes.
El programa comenzará en primavera de 2026 y busca evaluar si el uso de este nuevo equipo contribuye a prevenir o contener incidentes de violencia, un problema creciente para el personal de seguridad.
¿Quiénes portarán las porras?
NS cuenta actualmente con 680 agentes especiales (boa's), que no son revisores, sino personal capacitado en vigilancia, prevención y detención.
Estos agentes, fácilmente identificables por sus chalecos amarillos, están presentes en estaciones y a bordo de los trenes para mantener el orden y garantizar la seguridad.
Solo uno de cada diez agentes estará armado con porra durante el programa piloto. Todos los seleccionados recibirán formación específica antes de portar el arma.
El debate interno y los antecedentes
El uso de porras no ha sido bien recibido por todos dentro de NS. Algunos trabajadores opinan que este tipo de equipamiento no encaja con la naturaleza del trabajo ferroviario, tradicionalmente centrado en el servicio y la asistencia al pasajero.
Sin embargo, la violencia ha ido en aumento: cada día se reportan, en promedio, tres incidentes de amenazas, intimidaciones o agresiones contra empleados de NS.
Esto ha llevado a la empresa a reconsiderar su postura y a solicitar formalmente el permiso al Ministerio de Justicia y Seguridad el verano pasado.
Reacciones divididas
El director de seguridad social de NS, Itai Birger, calificó la aprobación del proyecto como “un paso necesario”.
Por su parte, el secretario de Estado interino de Transporte Público, Thierry Aartsen, celebró la iniciativa como “positiva y necesaria” para proteger a los trabajadores ferroviarios.
Pero el sindicato BOA ACP, que representa a estos agentes, ha criticado duramente el nuevo piloto. Su presidente, Richard Gerrits, calificó la decisión de “ridícula” al considerar que ya existen pruebas suficientes de que portar porras, gas pimienta y cámaras corporales reduce la violencia contra los trabajadores.