El ministro de Educación de los Países Bajos, Eppo Bruins, ha propuesto endurecer las normas que limitan el uso del inglés como lengua de instrucción en las universidades holandesas.
La Ley de Internacionalización Equilibrada busca que un máximo de un tercio de los cursos que otorgan créditos en los programas de licenciatura se ofrezcan en un idioma distinto del neerlandés.
Reducir la influencia del inglés y la afluencia de estudiantes extranjeros:
Bruins justificó la necesidad de esta ley para mejorar las competencias en neerlandés y contrarrestar lo que considera una excesiva anglicización de la educación superior.
Además, el ministro destacó que la alta afluencia de estudiantes internacionales ha puesto una presión sobre las residencias estudiantiles, las aulas y el personal docente.
Reducir el número de estudiantes extranjeros es otro de los objetivos clave de esta ley.
Críticas de las universidades de ciencias aplicadas:
La Vereniging Hogescholen, la asociación que representa a las universidades de ciencias aplicadas, criticó la propuesta del ministro.
La organización afirmó que el neerlandés ya es la lengua dominante en la educación profesional superior, con el 92% de los cursos en neerlandés.
El presidente de la asociación, Maurice Limmen, argumentó que la medida del gobierno da «una falsa impresión» de que el idioma neerlandés está en riesgo.
También expresó su preocupación por el impacto negativo que las limitaciones podrían tener en cursos que son cruciales para la economía y el mercado laboral del país.
Excepciones y restricciones:
Según la propuesta de Bruins, las universidades holandesas solo podrán ofrecer cursos en inglés de manera excepcional. Estos casos deberán ser aprobados por ambas cámaras del Parlamento.
Un ejemplo de excepción podría ser si un curso en inglés es necesario para el mercado laboral.
Sin embargo, Bruins dejó claro que quiere evitar que las excepciones se conviertan en la norma, y busca formular estas excepciones de manera más estricta.
Las excepciones solo se concederán a un pequeño número de programas que tengan una relevancia única a nivel internacional.
Además, no se otorgarán automáticamente si los programas están ubicados en regiones donde la población tiende a emigrar o si cubren sectores con escasez de mano de obra.
Nuevas reglas para limitar el número de estudiantes internacionales:
En un intento por reducir la afluencia de estudiantes internacionales, las universidades podrán, a partir del próximo año, fijar un límite de matrículas específicamente para los programas en inglés.
Sin la obligación de aplicar ese mismo límite a los programas en neerlandés.
Hasta ahora, este tipo de restricciones solo se podían imponer de manera equitativa en ambas versiones del programa.
Impacto en los presupuestos educativos:
El gobierno holandés acordó en su primer plan recortar 293 millones de euros anuales del presupuesto de educación superior mediante la reducción del número de estudiantes internacionales.
Sin embargo, Bruins advirtió que las medidas de la Ley de Internacionalización Equilibrada no son suficientes para alcanzar este objetivo. Por lo que espera que las universidades tomen decisiones más contundentes.