El Coordinador Nacional de Lucha contra el Terrorismo y la Seguridad (NCTV) ha lanzado una advertencia: Rusia y China están incrementando y diversificando sus ciberataques contra Holanda y sus aliados europeos.
Estos ataques, que tradicionalmente se limitaban al espionaje, ahora incluyen preparativos para el sabotaje. Lo cual supone un serio riesgo para la seguridad digital del país.
Ciberataques en expansión: Rusia y China lideran el frente:
Según Pieter-Jaap Aalbersberg, jefe del NCTV, la frecuencia y la complejidad de las campañas cibernéticas lideradas por estados están en constante aumento.
Rusia se centra en penetrar infraestructuras críticas europeas, particularmente en la OTAN, con el objetivo de sabotearlas en el futuro si la situación lo requiere.
China, que hasta ahora había operado con fines de espionaje, también ha comenzado a explorar la posibilidad de sabotaje en Europa. Algo que preocupa a los expertos en ciberseguridad.
Hacktivismo y nuevos actores cibernéticos:
Además de los ataques estatales, tanto Rusia como China están recurriendo a hacktivistas y empresas contratadas para ampliar su arsenal digital.
El informe menciona a Turquía como otro país en el radar de la NCTV, cuyo ciberarsenal podría ser utilizado para presionar a disidentes en Europa.
Aunque actualmente Turquía no se considera una amenaza directa para Holanda, su capacidad cibernética y posibles ciberataques continúa en crecimiento.
Lecciones de las interrupciones recientes:
Holanda ha sufrido dos grandes interrupciones de servicio en 2024, causadas por errores en proveedores como CrowdStrike y fallos en una red gubernamental crítica.
Estos incidentes no se atribuyeron a ataques externos, pero evidencian la vulnerabilidad del país ante fallos en proveedores externos. Por lo que la NCTV aconseja diversificar los servicios tecnológicos clave para reducir riesgos.
Amenazas futuras: tecnología cuántica y falta de especialistas:
La computación cuántica es otro de los temas que genera preocupación en el NCTV, ya que podría romper con facilidad las actuales barreras de seguridad.
Asimismo, la falta de personal capacitado en ciberseguridad es un problema creciente en los Países Bajos. Una brecha que el país necesita reducir si pretende defenderse de los desafíos digitales que se avecinan.