A partir del 9 de diciembre, los Países Bajos establecerán controles fronterizos terrestres temporales, en una medida para enfrentar la «migración irregular y el tráfico de personas», según anunció el gobierno.
Estos controles serán realizados por el Marechaussee, la fuerza militar responsable de la vigilancia fronteriza. Y se mantendrán durante seis meses.
Contexto de la medida y disminución de cifras de asilo:
Aunque las cifras de asilo han disminuido en los últimos meses, el gobierno afirmó que la afluencia de solicitantes de asilo sigue siendo un reto.
En la semana pasada, unas 700 personas solicitaron asilo en comparación con las 1.200 de la misma semana en 2023.
En general, el número de solicitantes de asilo ha disminuido un 5% en comparación con los últimos dos años.
Objetivo de los controles: migración y seguridad:
La ministra de Asilo, Marjolein Faber, afirmó que la nueva política busca restringir la libre circulación en respuesta a desafíos migratorios y de seguridad.
Intentando minimizar el impacto en el tráfico económico y los viajeros.
No se planea aumentar el personal para los controles fronterizos, ya que las inspecciones las llevará a cabo el Marechaussee de los Países Bajos. Que ya realiza controles puntuales limitados en la frontera.
Cumplimiento de la normativa europea y coordinación con la UE:
Según las reglas de la Unión Europea, los Estados miembros solo pueden restablecer controles temporales en situaciones de emergencia.
Para cumplir con el período de notificación de cuatro semanas, Faber comunicó rápidamente la decisión a Bruselas y a los Estados miembros.
En aeropuertos, los controles se limitarán a vuelos de alto riesgo. Buscando reducir los efectos en el tráfico regular de personas y mercancías.